La demanda de energía eléctrica es un buen reflejo de la notable reducción de actividad económica en la segunda quincena de marzo. Así, con datos de uno de los principales distribuidores eléctricos que operan en el País Vasco, se ha constado que de una demanda diaria de unos 48 GWh a principios de marzo se ha llegado a caer en algunos días del fin de mes a poco más de 29 GWh. Mientras que el cierre de la hostelería y el comercio generó un descenso medio del orden del 15%, el parón de la actividad industrial, la gran consumidora de energía pues supone en torno al 30% del total, ha empujado notablemente a la baja a la demanda.
Y en el caso del conjunto del Estado la referida demanda eléctrica peninsular sigue bajando en esta segunda semana de mayor restricción de la actividad económica y de hecho ayer era demás de un 5% inferior a la de hace una semana, según datos de Red Eléctrica de España (REE).
El descenso en el consumo es aún mayor, del 15,8%, si se compara con el 9 de marzo, el último lunes antes de que empezara a aplicarse el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus. La semana pasada -la primera en la que se sólo quedaron exentas de restricciones las actividades definidas como esenciales- la demanda peninsular fue un 19,1% menor que en la misma semana de hace un año.
En lo que va de mes de abril, el consumo eléctrico ha caído un 10,3% respecto al mismo periodo del año anterior y en lo que va de año un 3,8% con relación al mismo. Ayer, por ejemplo, la demanda peninsular era de 540 GWh cuando la media de los dos años anteriores era de unos 694 GWh.
La compañía vasca Iberdrola puso ayer en operación el proyecto Núñez de Balboa, la planta fotovoltaica más grande de Europa localizada en Badajoz (Extremadura). La nueva planta tiene una potencia instalada de 500 megavatios (MW) y ha conllevado 300 millones de inversión.