- La paralización de la actividad económica y la consiguiente caída de la demanda como consecuencia del estado de alarma decretado por el Gobierno español por la pandemia del coronavirus está afectando duramente a las cuentas de las empresas vascas y el número de despidos ya ha aumentado en 12.000 personas en el mes de marzo, según señaló en Onda Vasca, el presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, que alertó del impacto negativo añadido que puede tener el decreto ley, ayer matizado, que establece la suspensión de toda actividad no esencial. Por lo que el empresario vasco volvió a pedir su adaptación a la "especificidad" industrial de Euskadi, porque "no vale el café para todos".
Un ejemplo más de los efectos negativos del cese de la actividad económica es el creciente número de empresas vascas que se han visto obligadas a presentar, hasta ahora, un total de 20.151 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectan a un total de 139.220 trabajadores en el conjunto de los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, lo que supone, con datos de ayer, nada menos que 6.502 expedientados más que el lunes, según el Departamento vasco de Trabajo. En el caso de Nafarroa, según el portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, el número de expedientes de regulación de empleo ha superado la cifra de 4.000.
Desglosando la situación por los diferentes territorios de la CAV se constata que en Gipuzkoa se han presentado ya 6.762 ERTE con 44.186 trabajadores afectados; se han solicitado 10.503 en Bizkaia -lógicamente por tamaño el territorio con las mayores cifras- con 66.687 trabajadores implicados, y un total de 2.886 expedientes en Araba, que afectan a 28.347 personas.
Con estas cifras, los números aumentan día a día, ya que han crecido respecto a lunes en 6.502 los trabajadores y en 1.041 los expedientes presentados. Además, los ERTE formalizados implican al 84% de las plantillas del conjunto de empresas que se han acogido a esta medida.
Y el número va a seguir aumentando porque el nuevo decreto del Gobierno español para prohibir las actividades no esenciales, que crispó este fin de semana al sector metalúrgico vasco, puede obligar a más compañías a solicitar una regulación de empleo temporal. Además algunas empresas que han seguido abiertas porque su actividad está permitida están viendo caer sus ingresos de forma dramática con lo que pueden verse abocadas a solicitar también un ERTE Para poner en perspectiva el hecho de que 20.151 empresas vascas de la CAV hayan presentado un expediente de regulación de empleo hay que tener en cuenta que según la organización empresarial vasca Confebask, la cifra de compañías vascas inscritas en la Seguridad Social se situó en febrero, o sea antes del estallido de la pandemia y de la aplicación de las medidas de confinamiento, en un total de 58.893, unas 456 empresas más que en enero.
Esto significa que casi el 35% de las compañías vascas están en ERTE pero teniendo en cuenta que muchas de las empresas inscritas en la Seguridad Social son micropymes con escasa actividad, el peso real de la regulación de empleo en el tejido empresarial vasco empieza a ser demoledor y muy por encima del teórico 35% citado. Por lo que se refiere al número de autónomos, en febrero creció en 54 personas hasta los 170.244.