- Los bancos europeos han solicitado 112.085 millones de dólares (103.266 millones de euros) en dos subastas de liquidez llevadas a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) ayer. En concreto, 22 entidades solicitaron 36.265 millones de dólares (33.411 millones de euros) durante la subasta que venía realizando la autoridad monetaria de manera semanal. El plazo de vencimiento es de una semana y se ha establecido un interés del 0,45%. En la subasta semanal de dólares previa se adjudicaron únicamente 45 millones.

Por otro lado, 44 bancos decidieron acudir a la subasta de liquidez en dólares que anunció el BCE la semana pasada, en conjunto con la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco de Canadá, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional de Suiza, para garantizar la liquidez de los mercados. Solicitaron 75.820 millones de dólares (69.855 millones de euros). El interés será del 0,38% y el plazo de vencimiento es de 84 días.

La petición de liquidez se produjo un día después de 110 bancos solicitaran 109.130,5 millones de euros de liquidez en el marco de las nuevas operaciones semanales de financiación a largo plazo (LTRO). Además, también se produjo un día antes de la próxima ronda de subastas con objetivo específico (TLTRO-III). Por su parte, el BCE dijo ayer que está preparado para ajustar todas sus medidas de la forma adecuada, si fuese necesario para salvaguardar las condiciones de liquidez en el sistema bancario y para asegurar la transmisión fluida de su política monetaria en todas las jurisdicciones.

El BCE publicó un comunicado en relación con los comentarios formulados por el gobernador del Banco Nacional de Austria, Robert Holzmann, que dijo que "todas las crisis económicas son también una limpieza", aunque anteriormente también había dicho que el BCE estaba preparado para intervenir en el mercado de bonos soberanos. Holzmann, que tiene el apoyo del partido populista de derechas austríaco FPÖ, dijo en una entrevista con el diario austríaco Der Standard que "todas las crisis económicas son también una limpieza" y citó al economista Joseph Schumpeter y su teoría de la destrucción creativa y la desaparición de empresas en el proceso económico para que aparezcan otras. "La política monetaria de los últimos años con tipos de interés al 0% y negativos ha interrumpido esta fuerza limpiadora", según Holzmann. "Lagarde dijo que la política monetaria había alcanzado sus límites. No podemos solucionar el problema nosotros solos. Eso es sobre todo una tarea de la política fiscal", añadió Holzmann.

El BCE sacó a todos sus lugartenientes para desdecir estas palabras y dejar claro que no permitirá que los costes de financiación de países como España e Italia se disparen, algo que ya está empezando a pasar. "El Consejo de Gobierno fue unánime en su análisis de que, además de las medidas adoptadas el 12 de marzo, seguirá observando las consecuencias en la economía del brote del coronavirus", asegura el eurobanco en un comunicado publicado en su web. "El BCE está preparado para actuar con todas sus herramientas si hiciera falta para salvaguardar las condiciones de liquidez en el sistema bancario y para asegurar la transmisión de su política monetaria a todas sus jurisdicciones", continúa. El austriaco también matizó sus declaraciones un día más tarde y aceptó que la política monetaria todavía no había alcanzado sus límites.

La respuesta del BCE llegó por boca de Isabel Schnabel, miembro del máximo órgano de Gobierno del instituto emisor y responsable de sus operaciones de mercado, que afirmó que el Banco hará "todo lo que está en su mandato" para "contrarrestar" una agitación de los mercados "disruptiva para la transmisión de la política monetaria". "De otra forma", agregó Schnabel en una entrevista en el periódico alemán Die Zeit, "la política monetaria no puede funcionar".

También intervino en el debate Luis de Guindos, vicepresidente del BCE. "Vamos a vigilar que los mercados funcionan de forma correcta y actuaremos con contundencia en lo que se refiere a la prima de riesgo, porque eso afectaría a nuestros impulsos monetarios", dijo en una entrevista a RNE.

Recesión en el 2º semestre. La crisis del coronavirus tendrá graves consecuencias para la economía de España, según expertos de la escuela de negocios ESADE, que auguran que "es prácticamente seguro" que el país entrará en recesión durante el segundo semestre de 2020. Según éstos, uno de los factores más determinantes para la economía de España es el turismo y se verá castigado por el impacto en la demanda agregada y en el empleo.

El petróleo se desploma. Las perspectivas de recesión global y su efecto sobre la demanda de crudo como consecuencia del impacto de la pandemia, sumadas a la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, continúan pasando factura a los precios del oro negro, que ayer caían a niveles no vistos desde 2003.