Pamplona- Solo un estornudo de Volkswagen Navarra es capaz de hacer tiritarar a decenas de empresas. El jueves por la tarde y ayer por la mañana fue una prueba de ello. Buena parte del parque de proveedores de la multinacional alemana, compuesto por firmas que dan trabajo a unas 15.000 personas, ha citado para la semana que viene a sus comités de empresa con el objetivo de analizar las consecuencias de un posible Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
“Hoy nos han ido llamando desde muchos comités de empresa”, explicaba ayer Josema Romeo, secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, quien mantenía en cualquier caso la prudencia respecto a las consecuencias reales de la decisión de Volkswagen Navarra, que calificó el ERTE como preventivo, para aplicarlo solo en caso de necesidad. La falta de piezas procedentes de Italia, país que está intentando recuperar poco a poco su actividad económica en el norte, fue el motivo presentado por la empresa, que ayer era rechazado de plano por LAB.
“La posible falta de piezas es únicamente producto de la avaricia empresarial, la cual lleva a la deslocalización de nuestros proveedores”, explicaba el sindicato en una nota, en la que recordaba que “el Acuerdo del Segundo Modelo pretendía servir para reindustrializar el entorno de la fábrica”. A su jucio esto fueron “palabras vanas, no se ha hecho absolutamente nada”.
Cualquier regulación de empleo en Volkswagen tiene consecuencias inmediatas en las cifras de empleo de Navarra. No solo por los casi 5.000 empleos directos de la fábrica, sino porque el sector de componentes superaba en diciembre las 7.000 personas asalariadas. Se estima que alrededor de 5.000 personas trabajan de forma indirecta para VW. Dentro de los proveedores asentados en Navarra, las principales piezas que adquiere Volkswagen Navarra son el cockpit o salpicadero (en SAS), los asientos (Faurecia), el frontal (Grupo Sesé), el revestimiento de puertas (Grupo Antolín), el eje posterior (Benteler), conjuntos de soldadura (Gestamp, KWD y Grupo Cosmos), los tubos de escape (Faurecia Emissions), desarrollos de piezas (Gonvauto), los parachoques (SMP y Plastic Omnium) y los insonorizantes (Pelzer Tafalla). A 30 de junio y con datos del primer semestre de 2019, el 59,2% de la facturación de proveedores procede de empresas asentadas en Navarra. Ascendía a casi 800 millones.