BILBAO - El BBVA -con la sombra de la gestión de su anterior presidente Francisco González por sus relaciones con el caso Villarejo y con la presión del BCE sobre su actual máximo mandatario, Carlos Torres- ha decidido renovar su consejo de administración dándole un toque más internacional, más al gusto de los reguladores, y dejando fuera a Manuel González-Páramo -curiosamente el candidato en su día del establishment bancario europeo-, Tomás Alfaro y Carlos Loring Martínez de Irujo.
Para cubrir sus puestos, el banco vasco propone a tres profesionales extranjeros: el ingeniero portugués, con pasado en McKinsey Raúl Galamba de Oliveira, el economista mexicano exdirectivo de la mayor embotelladora de Coca Cola en Latinoamérica y de la cervecera CCM, Femsa Monterrey, Carlos Salazar, y la economista estadounidense con doctorado por Harvard y pasado en el Banco Mundial, Ana Revenga Shanklin, de doble nacionalidad española.
Asimismo, el BBVA propondrá a la junta la renovación tanto de Lourdes Máiz Carro como consejera independiente, así como la de la vasca Susana Rodríguez Vidarte como consejera externa.
El banco argumenta los cambios propuestos enmarcándolos en el “proceso de renovación habitual y progresiva” del consejo de administración”. Los referidos cambios buscan fortalecer la diversidad de género, de conocimientos y competencias, así como fortalecer el perfil internacional del órgano social para que tenga “la composición más adecuada y equilibrada, de acuerdo con sus necesidades en cada momento”.
En esta línea, con estos cambios BBVA alcanzará el 33% de mujeres consejeras, frente al 27% actual, a la vez que los miembros extranjeros representarán al menos el 40%, el doble que ahora, y se reforzarán competencias en áreas de conocimiento como la sostenibilidad. - X. Aja