BILBAO - La confianza de los hogares vascos mantuvo en el último trimestre de 2019 la tendencia de caída, con lo que el año pasado se cerró con el “el peor valor desde el primer trimestre de 2015”. La pérdida de confianza se produce debido al empeoramiento de las expectativas sobre la economía general, del hogar y el empleo, mientras que las previsiones sobre capacidad de ahorro, por el contrario, son positivas, según el informe de Laboral Kutxa.
El estudio La confianza de los consumidores vascos, correspondiente al último trimestre de 2019, fue elaborado en función de la encuestas realizadas a 800 personas entre los días 11 y 26 de noviembre del pasado año, en las semanas posteriores a las elecciones generales del 10 de noviembre.
un 2019 volátil Entre sus principales conclusiones, el informe señala que el cuarto trimestre de 2019 presenta una nueva caída en la confianza de los hogares vascos, de 4 puntos, y cierra el año con “el peor valor desde el primer trimestre de 2015” (-9). Según explicó ayer Laboral Kutxa, el pasado ejercicio ha sido “un año volátil”, con un primer semestre más optimista que “se torna más receloso a medida que avanza el año”.
El estudio apunta, en cualquier caso, que en los últimos tres meses del pasado año también los hogares del Estado y de la UE-28 empeoraron su confianza aunque en distinta medida. De este modo, precisa que en Euskadi los hogares registran su segundo valor negativo, tras nueve meses “de optimismo”, mientras que los indicadores del Estado y europeos “vienen registrando valores en negativo desde el inicio de la serie”, en 2014.
La evolución anual muestra “cierto recelo” en la confianza de los hogares vascos, con un valor de -2 y una caída de 3 puntos, que es “más evidente” en los hogares del Estado y de la UE-28. En el caso de Euskadi, en el cuarto trimestre del año aumenta el pesimismo sobre la evolución de la economía general, de manera que el 43% de los hogares estima que, en los próximos 12 meses, la situación económica se mantendrá similar a la actual, frente a un 10% de personas que considera que será “algo mejor” y un 35% que augura que será “algo peor”. - E.P.