BILBAO - Cuarto día de huelga del Metal vizcaino en demanda de un convenio que está bloqueado desde 2011 y nueva jornada de atascos en las carreteras e incidentes protagonizados por grupos de trabajadores. En este caso, le tocó el turno al puente de Rontegi, cortado a primera hora de la mañana por un piquete, lo que provocó retenciones en Barakaldo, La Avanzada y en la A-8 dirección Bilbao.

Ese nudo viario estuvo colapsado durante gran parte de la mañana, coincidiendo con la apertura de las fábricas, que en su mayoría no están secundando la huelga, sobre todo las más grandes por tener convenio propio. Los sindicatos habían convocado a mediodía manifestaciones en Eskerrakaldea y Basauri y como ha ocurrido durante toda la semana, algunos trabajadores aprovecharon las horas previas para hacerse notar. Los líderes sindicales se desmarcaron de nuevo de esos incidentes y acusaron a la patronal y al Gobierno vasco de “desviar” la atención de manera “intencionada” hacia esas situaciones y dejar en un segundo plano la huelga y las causas que la han originado. Lo cierto es que también se produjo alguna actuación violenta en el transcurso de la manifestación que discurrió entre Sestao y Santurtzi. Los bomberos tuvieron que apagar el fuego provocado en una docena de contenedores en diferentes calles de Portugalete y Santurtzi tras el paso de la marcha. También estaban convocadas otras dos manifestaciones en Barakaldo y Basauri, en las que la normalidad fue la tónica. Tan solo cabe reseñar la identificación por parte de la Ertzaintza de varios manifestantes que intentaron acercarse a la planta de ArcelorMittal en Etxebarri a pesar de que los agentes les habían indicado que no tenían permiso para ello.

La semana acaba hoy y los sindicatos harán su balance esta mañana. Los representantes de los trabajadores insistieron ayer en que la “demostración de fuerza” que han llevado a cabo esta semana obliga a la patronal a negociar poniendo “contenidos concretos” sobre la mesa. Asimismo, reiteraron sus críticas al lehendakari, al que acusaron de “intentar poner a la gente en contra de los trabajadores del Metal”. - DNA