BILBAO - La segunda jornada de huelga del Metal de esta semana tuvo ayer dos grandes focos de atención: la tradicional guerra de cifras de seguimiento entre trabajadores y empresarios y la resaca de las declaraciones de la víspera del lehendakari sobre a la, a su jucio, mayor voluntad de los empresarios para llegar a aun acuerdo. Respecto a esta última cuestión, los sindicatos volvieron a mostrar su enfado por lo que consideran un alineamiento del Gobierno con la patronal -LAB llegó a reclamar la dimisión de Urkullu-, pero pidieron la mediación del lehendakari en un conflicto que ya está más que enquistado.
Lo hizo Iker González (CCOO), quien demandó al lehendakari que “rectifique de manera inmediata y, si hiciese falta, se convierta en el mediador en el conflicto para que la patronal ceda y negocie de buena fe”. Por su parte, el portavoz del Ejecutivo negó que Urkullu se haya sumando a las tesis de la patronal. Josu Erkoreka afirmó tras el consejo de gobierno y a preguntas de los periodistas que el lehendari no entró el pasado lunes en la cuestión “de fondo” -quien tiene razón en el conflicto-, sino que “emitió una opinión respecto a los términos y condiciones en las que se está produciendo la huelga”, algo que en su opinión, “no es reprochable”.
Así, recordó que los sindicatos ya habían anunciado en mayo la convocatoria de huelga durante toda esta semana, lo que a juicio del Ejecutivo vasco pone en entredicho su voluntad para alcanzar acuerdos.
Más allá de ese rifirrafe, los convocantes calificaron de “absoluto éxito” el paro de ayer, cifrándolo en torno al 80%, un porcentaje que la Federación Vizcaina del Empresas del Metal (FVEM) rebajó hasta al 20%. Se da la circunstancia de que el día anterior las valoraciones fueron de entre el 85% y el 25% con lo que cabe interpretar que la movilización perdió empuje. Y ello a pesar de que algunas empresas de los municipios donde se celebraron ayer las dos grandes manifestaciones -Erandio y Amorebieta- decidieron cerrar sus puertas para evitar incidentes. Aun así, la FVEM denunció incidentes “graves” contra determinadas empresas “llevados a cabo por piquetes violentos”, sobre todo en la zona del Duranguesado. Así, la Ertzaintza identificó sobre las 10.00 horas a una veintena de personas en Abadiño, donde los piquetes provocaron daños en la puerta y el mobiliario de una empresa.
Antes, a las 7.00 horas, la Ertzain-tza identificó a 14 personas por el cruce y la quema de contenedores en Zaldibar (cinco identificados), Berriz (otros cinco), Igorre (dos) y el parque tecnológico de Zamudio (otros dos).
La patronal destacó con todo que la “normalidad” fue la tónica general y que las empresas siguieron “trabajando según sus previsiones”. Durante la manifestación en Erandio, Mikel Etxebarria, de ELA, dijo que los trabajadores del metal volvieron a demostrar ayer que están “absolutamente movilizados” y reiteró la exigencia a la FEVM para que “realmente demuestre una voluntad negociadora”.