Vitoria - Pocas veces en los últimos años habrá sentido la planta alavesa de Mercedes Benz esa amarga sensación de estar abriendo un regalo y, en el fondo, tener la sospecha de que en su interior lo que habrá es una sorpresa, como poco, cargada de cierto veneno. Pues bien, algo así es lo que ayer debió experimentar la multinacional alemana cuando después de años de investigación y desarrollo anunció el inicio de la venta de la eVito, la versión 100% eléctrica de su furgoneta Vito -está propulsada por baterías y presenta una autonomía de 150 kilómetros-, una de las bazas de futuro de la empresa en su apuesta por la movilidad eléctrica. Según el comunicado oficial, el nuevo hito alcanzado por la factoría alavesa estará al alcance de los futuros clientes a partir del próximo mes de octubre. Según las primeras estimaciones, Mercedes tendría previsto ensamblar cerca de 2.800 unidades de este modelo este año.

De la segunda gran baza alemana en el campo de la movilidad, la Clase V eléctrica -saldrá al mercado bajo la marca EQV-, también dio señales la firma alemana días atrás, al anunciar la presentación mundial de este monovolumen en el Salón Internacional del Automóvil de Francfor (Alemania), una de las citas más importantes del sector que este año abrirá sus puertas entre los días 12 y 22 de septiembre. Al igual que la eVito, también la Clase V se ensambla en las líneas de montaje de Ali Gobeo, que en los próximos meses podrían estar en disposición de producir este modelo en serie. Con una autonomía por encima de los 400 kilómetros y una capacidad de carga notable -la empresa asegura que puede pasar de un 10% a un 80% en menos de una hora-, la nueva versión familiar de Mercedes presenta un diseño cuidadosamente innovador y cumple con los más altos estándares en términos de funcionalidad y variabilidad.

Otro producto genuino de la marca alemana y un nuevo hito en la exitosa trayectoria de la fábrica alavesa, que esta vez no podrá celebrar como es debido un desarrollo industrial de semejante calibre dado el contexto de incertidumbre que rodea no solo a la propia planta que gobierna Emilio Titos y su plantilla sino al sector en su totalidad, inmerso desde hace un año en una crisis con pocos precedentes que está amenazando el futuro de un área estratégico para Euskadi, con cerca de 40.000 personas empleadas y 300 empresas en su cadena de valor.

La mayor de todas ellas, Mercedes, hace meses que viene sufriendo en primera persona los rigores de la que ya es conocida como la guerra al diésel, iniciada con gran desacierto por parte de la ministra del ramo, Teresa Ribera, hace dos veranos y que sigue desatando una corriente de incertidumbre y desconfianza que, lógicamente, está afectando con extrema gravedad a los mercados. El miedo se ha instalado en el subconsciente de los consumidores y las ventas se han desplomado. Según los datos ofrecidos por las patronales del sector, son ya doce los meses de caída consecutiva de las ventas, un escenario dramático en el que nadie se atreve a pronosticar un final.

el día 26, clave En este contexto, las alegrías que Mercedes acumula en sus departamentos de ingeniería y desarrollo chocan de lleno con la realidad del mercado, que en su caso le ha obligado en lo que va de año a recalcular a la baja el programa de producción previsto para este año. Si en enero las expectativas apuntaban a unas cifras de récord fijando los objetivos en 154.000 unidades ensambladas, con el tiempo esta previsión fue descendiendo hasta las 143.700 con las que la dirección cerró la fábrica en julio, esto es, 10.300 unidades menos de las marcadas hacía solo seis meses. Un descenso notable que en los últimos tiempos ha venido acompañado además de varias jornadas suspendidas y un inicio inminente de paros en el turno de noche, que en los próximos tres meses parará doce veces: seis en el presente mes de septiembre y previsiblemente dos en octubre y cuatro en noviembre.

Agotados en este punto los mecanismos de flexibilidad que contempla el convenio colectivo, el siguiente e inevitable paso será la aplicación de un ERE temporal del que la plantilla, seguramente, tendrá noticias el próximo día 26, cuando se reúna con la dirección para calibrar el futuro de la planta en un contexto de tanta incertidumbre.