Vitoria - En el peor año que se recuerda en la última década dentro de la factoría alavesa, el colchón de medidas aprobadas y sustentadas dentro del convenio colectivo con el objetivo de paliar la llegada de períodos o situaciones de relativa incertidumbre ya no da más de sí. La denominada guerra al diésel desatada en Europa hace poco más de un año, unido a una progresiva y dramática caída de las ventas en el exterior, han provocado en la planta alavesa de Mercedes una hemorragia de difícil digestión con la medicina tradicional.
Porque los males que en estos momentos amenazan a la mayor fábrica de Euskadi -emplea a más de 5.000 personas y representa el 5% del PIB vasco más allá de ser el culpable también del 15% de todas las exportaciones de la CAV- ya no se curan con los estándares habituales sino que va hacer falta cirugía de alta precisión para no provocar daños mayores. A los continuados cambios en el programa de producción -a la baja siempre conforme el mercado no se reactivaba- se han ido uniendo en los últimos meses la no renovación de, al menos, mil contratos temporales, los constantes cambios en el calendario laboral de la plantilla y el agotamiento de todas las medidas de flexibilidad existentes para hacer frente a episodios puntuales de crisis. En consecuencia, Alemania va a tomar medidas y lo va a anunciar en breve, en concreto el próximo 29 de julio. Consciente de la difícil coyuntura internacional que rodea al sector, la cúpula germana lleva meses inmersa en un proceso de renovación y ajustes que van a afectar a todas sus plantas, entre ellas, lógicamente, la alavesa de Ali Gobeo, una de las más competitivas del grupo.
Hace semanas que el comité de empresa denunció el “ninguneo” al que la plantilla estaba siendo sometida por parte de la dirección desde hace “demasiado tiempo” y puso en valor su posición con una puesta en escena para refrendar la unidad de los trabajadores y, de paso, lanzar un mensaje directo a Emilio Titos, al que consideran máximo responsable de la actual situación. Durante aquel acto, el comité hizo público su temor ante la posibilidad de que la empresa aplique nuevos recortes -calculan que podrían ser del 16%- pese a que la planta “maneja cifras que son récord de producción de los tres últimos años”, y no descartaron en este escenario de incertidumbre que Mercedes decida aplicar un ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) para tratar de enderezar tan delicada situación. Una medida que no se aplicaba en la empresa desde hace seis años. - A. Goñi