Vitoria - La crisis del diésel no deja de generar noticias inquietantes para la industria de la automoción, uno de los puntales del sector fabril alavés. En esta ocasión, los motivos de preocupación vuelven a residir en la factoría de Mercedes Benz en Gasteiz, cuya dirección reconoce explícitamente la necesidad de adoptar medidas “como consecuencia directa de esta importante reducción en la demanda de nuestros vehículos”. Al respecto, y dadas las circunstancias, los rectores de la planta comunicaron ayer por los cauces habituales una nueva reducción en su programa de producción de furgonetas para el presente año. En concreto, las nuevas previsiones de fabricación abandonan las cifras ideadas en febrero, que se situaban en 152.000 unidades de los modelos tradicionales, para situarse en las 148.000 vehículos. Lógicamente, esta decisión llega acompañada por otras que afectan a la plantilla, ya que el trabajo también ha de adecuarse a la nueva realidad. Por ello, se cambiarán las fechas del periodo vacacional y se suspenderán otras iniciativas relacionadas con la contratación de nuevo personal.
Según especifica el comunicado elaborado por la dirección del recinto industrial ubicado en Ali Gobeo, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, “para poder dar respuesta al nuevo programa de producción, la dirección de la empresa se ve en la obligación de ajustar de manera inmediata la capacidad productiva de la planta a las nuevas demandas de los mercados a través de las medidas recogidas en el marco de flexibilidad de nuestro convenio colectivo”.
Es decir, en primer lugar, los rectores de la factoría han decidido cambiar las fechas previstas para las vacaciones de la plantilla. Según dicta el marco laboral vigente en la empresa, ésta, y ante “circunstancias excepcionales como la actual”, que afectan a la comercialización de los vehículos, tiene la potestad de variar la temporada de asueto habitual para sus trabajadores.
En ese mismo sentido, las vacaciones del periodo estival de este año se asignarán “de manera colectiva” desde el día 4 de agosto hasta el 1 de septiembre. Estas cuatro semanas afectarán a toda la plantilla, salvo a aquellos trabajadores implicados en proyectos concretos y actividades puntuales que requieran su presencia en la factoría automovilística, de cuya cadena de montaje sale un 85% de vehículos propulsados por motores diésel.
Esta decisión empresarial tendrá una trascendencia significativa sobre la semana de vacaciones de asignación individual, que a partir de ya completará las cuatro obligatorias dentro del periodo estival.
Ahondando en la misma variable, la dirección de la planta alavesa ha tenido en consideración las fechas en las que se ha adoptado la nueva batería de medidas. De hecho, para respetar el preaviso de dos meses de antelación, se mantendrán las vacaciones individuales ya acordadas antes del 17 de junio, aunque los trabajadores “podrían intercambiar voluntariamente dicha semana por la última del mes de agosto, siempre de común acuerdo con sus superiores”, indica el comunicado empresarial. Aparte, las nuevas decisiones también tendrán su trascendencia en la contratación de nuevos trabajadores, ya que se cancela la iniciativa conocida como Holiday workers que, en lo básico, consistía en un plan para la contratación de estudiantes para las sustituciones de trabajadores durante los meses de verano. De hecho, la modificación en el plan productivo y del periodo vacacional de la plantilla dejan sin efecto la necesidad de reponer la fuerza laboral con personal eventual.
Nuevas medidas Por último, el comunicado empresarial concluye explicando que será la evolución del mercado la que determine si se adoptan nuevas medidas. “Al igual que en anteriores comunicados, nos reiteramos en el hecho de que las circunstancias del mercado o de la producción nos impiden tener una visión a largo plazo, por lo que en función de la evolución de las mismas informaremos puntualmente con los correspondientes tiempos de preaviso recogidos en nuestro convenio colectivo”.