vITORIA - El director comercial de Cegasa Portable Energy, Juan Carlos Ordóñez, graduado en Electrónica Industrial, es un profesional con un amplio recorrido tras pasar, entre otras compañías, por Ikusi. Desde hace dos años se encuentra pilotando la nueva Cegasa, la compañía surgida de la quiebra del histórico fabricante de pilas alavés. La compañía original fundada en 1934 llegó a facturar 13.000 millones de pesetas (más de 78 millones de euros) en la década de los 90 para después entrar en quiebra. En 2008 anunciaba que dejaba de producir aquello para lo que se creó y que desde entonces había sido su producto más reconocido: las pilas. No pudieron hacer frente a la competencia de los países de bajo coste.

¿Qué es Cegasa hoy en día?

-Cegasa es una marca de prestigio internacional fabricante de soluciones para el almacenamiento de energía basadas en tecnología electroquímica. Recogemos la experiencia de muchos años de diseño y fabricación de baterías recargables y celdas primarias. Tenemos la planta principal en Oñati y las oficinas en Vitoria, en el histórico edificio de La Azucarera

¿En qué tecnologías desarrolla su labor industrial?

-La compañía centra su actividad, principalmente, en dos tecnologías: el Zinc-Aire alcalino y el Litio-Ion. Aunque mucha gente no lo conoce, Cegasa es líder mundial en pilas industriales Zinc-Aire de alta energía. Es una pila de poca potencia y muy larga duración para vallados eléctricos, señalizaciones de carreteras, ferroviarias, equipos del Internet de las cosas, etc. Además, somos una empresa innovadora en la aplicación del Litio-Ion en productos y soluciones avanzadas para el autoconsumo eléctrico en la industria e instalaciones off-grid. Y pionera en baterías de Litio-Ion para tracción, por ejemplo para impulsar carretillas, que aportan una solución de alto rendimiento y bajo coste de vida para maquinaría de elevación. El litio es uno de los grandes ejes de crecimiento de nuestro negocio. La pila industrial aporta el 60% de la facturación y sigue siendo nuestro núcleo, pero el mayor potencial lo tiene, sin duda, el litio.

La empresa es un referente internacional en EMD. ¿Qué es eso?

-Efectivamente, en Cegasa somos un fabricante de referencia mundial de EMD (Dióxido de Manganeso Electrolítico), un componente básico para la fabricación de pilas alcalinas de consumo, que es utilizado por los principales fabricantes de pilas. De hecho con nuestro EMD se fabrican unos 950 millones de pilas al año en Europa. Toda la producción está en Oñati.

¿Cómo está evolucionando la compañía en cuanto a resultados?

-La empresa, participada al cien por cien por Sherpa Capital, está con resultados positivos desde el primer ejercicio y estamos en fase de expansión. Este año esperamos crecer, si se mantienen las previsiones económicas, al menos en un 15%. En facturación estamos camino de los 40 millones de euros anuales

Esta fase de expansión implica una nueva planta en Gasteiz.

-Sí. En los próximos meses esperamos poner en marcha una nueva instalación en el Parque Tecnológico de Miñano para hacer frente a las expectativas que se abren en el sector de almacenamiento energético con la tecnología de Ion-Litio. Queremos fabricar baterías de ion-litio para un mercado en crecimiento. Y además crecer en pila industrial. Por ello hemos elegido una nueva planta de 7.000 metros cuadrados. Esto nos permitiría también invertir en Oñati en EMD. Estamos en un mercado en crecimiento en líneas generales. La inversión total en tres-cuatro años será de unos 15 millones de euros.

¿Qué importancia tiene el mercado exterior para la compañía?

-Es fundamental porque aquí ya no quedan fabricantes de pilas. Los productos de Cegasa se comercializan en más de 30 países, y las ventas en el ámbito internacional alcanzan el 96% del total, con Alemania, como primer mercado. Tenemos filiales en EEUU y Reino Unido así como una oficina comercial en Australia.

¿Qué suponen las energías renovables para el futuro de Cegasa? ¿Qué opciones ve al autoconsumo con baterías?

-El sector de las energías renovables es una de las líneas estratégicas de la empresa. Los nuevos modelos energéticos que se generarán con la incorporación de las renovables y del coche eléctrico, necesitan un escenario que permita asegurar la calidad de suministro mediante el almacenamiento de la energía producida. El almacenamiento energético a gran escala será necesario pero ello pasará, al menos en mi opinión, por la convivencia de sistemas electroquímicos como las baterías, con otros modos de almacenar energía. La convivencia de todos ellos es la única forma viable en los próximos años para dar respuesta a la gran necesidad futura de almacenamiento energético.

¿Qué tecnología es, hoy por hoy, la de más futuro en las baterías?

-No tenemos dudas de que el futuro, y por mucho años, va a ser en base a la tecnología de litio. De cara a las instalaciones de autoconsumo, es la solución más idónea tanto desde el punto de vista tecnológico como económico. Si hablamos de grandes instalaciones, o sistemas de integración de red, el litio será clave para asegurar la calidad ya que permitirá la respuesta en tiempo y en los picos de potencia que necesita la red. Por otra parte, para soportar huecos prolongados donde se requiere muchos megavatios, será necesario combinar otros métodos en los que el ratio euros-energía sea menor, aunque tecnológicamente sea menos eficiente.

¿Cómo evoluciona el mundo de las baterías de litio?

-Está creciendo pero hay segmentos donde el competidor principal sigue siendo la batería de plomo de toda la vida que es mucho más barata. Con la tecnología de litio nos centramos en el mundo de las renovables con un rango de soluciones para residencial, comercial e industrial. Tenemos puesta muchas esperanzas en las baterías de litio para maquinaria con carretillas, equipo de elevación, etc. Ahora se compite con el plomo en este segmento que concentra el 97% del sector. El problema es que este es un canal complejo al que no es sencillo acceder. En los primeros equipos de fábrica ya viene la batería y, de hecho, estamos trabajando para intentar entrar en esa fase. Luego tenemos una opción mayor en segundos equipos. El litio aguanta muchos más ciclos de carga y descarga que una batería de plomo. Además, las baterías de litio han experimentado reducciones de precio significativas en los últimos dos años. No cabe duda de que la inversión y la eficiencia en los métodos productivos, unido a la mejora tecnológica, harán ganar en competitividad a las baterías de litio. Cegasa no es ajena a estos hechos, nuestra tecnología está en constante evolución, así como la inversión en medios de producción. Prueba de ello es que podemos asegurar que nuestros equipos y productos, todo de diseño y producción europea, ofrecen una alta calidad a pesar de la competitividad de las empresas asiáticas.

¿Es rentable instalar baterías con las placas fotovoltaicas que cada día hay en mayor cantidad?

-El almacenamiento es la mejor inversión. Cuando en un usuario sus momentos de consumo no coinciden con los momentos de generación, situación habitual en viviendas residenciales, la acumulación va a permitir que de verdad la inversión sea efectiva. Con solo paneles la inversión no se va a justificar, el añadir una parte de acumulación va a permitir que de verdad realice autoconsumo. Por ejemplo, añadir una pequeña batería de unos 2-3 kWh en una instalación residencial, puede mejorar hasta en un 40% el ratio de autoconsumo.

Hace unos meses anunciaron que Cegasa podría casi duplicar su actual plantilla de 120 trabajadores en dos años. ¿Se ha iniciado ya esa expansión?

-Prevemos que el desarrollo del mercado de las baterías, y en especial las de tecnología de litio, van a presentar un crecimiento fuerte a corto-medio plazo. En Cegasa, como actor de referencia en el mercado europeo, estamos invirtiendo en desarrollar capacidades que permitan dar respuesta a este fuerte crecimiento. Este año será realidad nuestra nueva planta en Gasteiz. A lo que se unirá la incorporación de nuevos profesionales. En tres años, si todo va bien, aumentaríamos la plantilla entre unas 80 y 100 personas.

El I+D es clave en este negocio.

-Sí. Es fundamental este pasado año hemos lanzado nuevos productos y ahora estamos muy centrados en el litio. Tenemos equipo propio, pero también colaboramos con centros tecnológicos.

¿Cómo ve el futuro del automóvil eléctrico y de la fabricación de baterías en Europa?

-El coche eléctrico va a llegar sin duda. El problema desde el punto de vista europeo es que hoy por hoy la carrera para instalar las baterías eléctricas la ha ganado China. Europa no puede competir con las empresas chinas de baterías. Han hecho muy bien los deberes.