La digitalización se mantiene como una de las asignaturas pendientes de las pymes vascas, según Iraitz Pérez de Goldarazena, director general de Oreka IT y uno de sus fundadores. Esta empresa alavesa, especializada en servicios informáticos, cumple este año una década de trayectoria profesional con 50 trabajadores, con una edad media de 33 años y una alta tasa de igualdad (55 % hombres y 45% mujeres).

Todos tienen como mínimo el título de ciclo formativo superior, en una plantilla integrada por informáticos, ingenieros, matemáticos y licenciados en administración y dirección de empresas. Y la mayoría son euskaldunes.

Si este mes ha abierto un nuevo centro en Mutilva (Navarra), la próxima inauguración de instalaciones la realizará en Bilbao, también a lo largo de este ejercicio y en base a una estrategia de crecimiento ligada al tejido empresarial de Euskadi, sobre todo al mundo de las pymes.

Su objetivo a corto plazo es el de alcanzar los tres millones de facturación, tras registrar en 2018 unas ventas de dos millones. Pérez de Goldaracena achaca ese déficit en digitalización a que las compañías “no han necesitado hasta ahora” mejorar sus procesos con nuevas soluciones tecnológicas. Identifica un perfil bastante común, el de “una pyme industrial con media docena de clientes y que lleva diez años produciendo las mismas piezas”.

Hasta ahora no sido necesario el cambio al ámbito 4.0, pero la brecha digital puede provocar a corto plazo el cierre de muchos proyectos empresariales, advierten los analistas. Y los hombres de negocios ya valoran en Euskadi las aportaciones en competitividad de los avances informáticos.

Es un cambio cultural que se ha implantado en la industria, que ya no vende equipos, sino horas de uso de los mismos, asumiendo además su mantenimiento, como especifica el director general de Oreka IT.

La compañía que dirige, que tiene su centro de operaciones en Gamarra, uno de los polos empresariales en torno a Vitoria, señala que las pymes tienen por tanto mucho camino por recorrer en el ámbito de las soluciones informáticas. Pone como ejemplo el área logística, “donde todavía se funciona por inercia”, porque no se optimizan unos procesos “que asumen unos costes extras”.

Oreka IT es uno de los once grupos del Estado que está acreditado como Gold Partner por la corporación alemana SAP, que es el mayor proveedor de servicios informáticos de Europa en base a su tecnología ERP.

La multinacional germana revisa cada año esta homologación, que en Álava solo tiene Oreka IT, lo que obliga a un aprendizaje continuo para no quedar desfasado. Esas tecnologías permiten a las pymes “conocer la realidad de sus procesos en tiempo real”, defiende Iraitz Pérez de Goldaracena, e insiste en que las inversiones en soluciones ERP tienen un retornó rápido. “Son aportaciones intangibles que no se ven en una primera fase” pero que acaban revertiendo en una mayor rentabilidad de las operaciones, señala desde las instalaciones de Gamarra.

Todo forma parte, añade el director general de Oreka IT, de un “proceso de reinvención”, porque las empresas “han tenido que evolucionar”. Las que no entren en esta dinámica de cambios no sobrevivirán, en su opinión.

La digitalización del sector servicios es distinta de la industrial, puesto que esta se centra en la optimización de la producción y aquella en la interlocución con los clientes, según ha comprobado Pérez de Goldaracena al frente de Oreka IT, que cuenta entre sus clientes con los mayores grupos del área fabril de Euskadi.

La empresa nació en 2009 por la iniciativa de tres emprendedores, que comenzaron a trabajar desde sus propios domicilios y luego alquilaron una pequeña oficina en el barrio de Lakua. Iraitz Pérez de Goldaracena recuerda que iniciaron su andadura en plena crisis económica, en base a un plan diseñado con la ayuda de la Cámara de Comercio de Álava.

De 2009 a 2011, “el mercado respondió”, evoca, pero Oreka IT estaba muy centrada en el sector público y en el ámbito de los recursos humanos. Los recortes presupuestarios del mundo institucional les alcanzaron en 2014, cuando su volumen de facturación se redujo a la mitad, hasta 600.000 euros, aunque aguantaron con solo dos despidos (sobre una plantilla de 22 profesionales).

Fueron tiempos duros, solo el 40 % de las empresas del sector de soluciones informáticas consiguieron sobrevivir. A Oreka IT le llegó el momento de diversificar. Amplió su actividad al área de finanzas, logística, analítica de datos e integraciones, entre otros ámbitos. Y aplicó una estrategia de competitividad en la que se implica en la toma de decisiones la mayor parte del equipo (hasta 12 de los 50 empleados).

La empresa alavesa ha crecido en negocio, según su director general, por la continuidad en el servicio, ya que “no somos unos consultores que hacen un proyecto y luego desaparecen”. Ese mantenimiento a largo plazo propicia ·la fidelidad de los clientes”. Pérez de Goldaracena se suma a las quejas de los empresarios vascos por el déficit de profesionales.

Las empresas del sector de servicios informáticos acuden a las facultades para intentar fichar a los estudiantes con los mejores expedientes académicos. Hacen falta ingenieros informáticos, matemáticos e ingenieros en organización industrial, se queja el directivo alavés. Como uno de los dos accionistas de Oreka IT, Pérez de Goldaracena ha recibido un par de ofertas de compra por la compañía, pero el compromiso de ambos es el de permanencia, aclara.

En el ámbito de la digitalización son habituales las operaciones corporativas en los últimos años. La actividad al alza en este mercado ha disparado las alianzas y adquisiciones. Pluses en la nómina por horas de formación La formación es clave en Oreka IT. Los futuros empleados deben afrontar, como un primer reto, un curso de hasta tres meses de duración. Los que sacan buena nota en esta particular academia entran en plantilla y se identifican con el proyecto, porque la empresa alavesa registra una de los niveles más bajos de rotación en un sector donde los profesionales cambian de compañía a golpe de talonario.

El presupuesto en formación debe cumplirse. Nunca es buen momento en las empresas O hay mucho trabajo o hay que buscar nuevos clientes. Así que el que no cumple con las horas de aprendizaje no cobra pluses en la nómina. Ese compromiso que empieza por la formación sigue con una cultura de transparencia.

Todos los empleados conocen la realidad del balance y de las relaciones con los clientes. En todas las esquinas de la sede de Gamarra aparece escrita en inglés la leyenda “Corporate balance”, equilibrio corporativo, una identidad que forma parte de Oreka IT (equilibrio en euskera). La conciliación también se cuida.