Vitoria - Anunciaba ayer el Ejecutivo de Pedro Sánchez, con el liderazgo del Ministerio para la Transición Ecológica, que en su empeño por alinearse con políticas medioambientales sostenibles está ultimando una Estrategia de Economía Circular para crear 120.000 empleos de calidad y estables en ámbitos relacionados con el reciclaje y la reutilización de materias primas, residuos o agua. Todo ello con 2030 como fondo y un objetivo ambicioso: fomentar el tránsito de una economía lineal (producir, usar y tirar recursos) a otra lineal (en la que los estos se reciclan o reutilizan).

En este contexto, Álava y sus empresas no son una excepción. Si bien resulta alentador que su declaración de intención es loable en este sentido, la realidad es que, por circunstancias diferentes, el concepto de Economía Circular continúa sin calar entre la hoja de prioridades del empresario local. La preocupante realidad la acaba de dibujar un estudio reciente elaborado por la Cámara de Comercio de Álava entre 205 compañías, de las que 74 son industrias, 21 pertenecen al sector de la Construcción, 33 al Comercio y 77 al sector Servicios. Si bien cuatro de cada diez reconoce al menos que sí conoce el significado de este concepto económico, menos de la mitad (44,9%) advierte que no lleva a cabo medidas para mejorar la sostenibilidad ambiental de su negocio debido a la “escasez de incentivos” como ayudas, subvenciones o estímulos fiscales. La actual coyuntura y el aumento de los costes de producción o de prestación de servicios también se erigen como principales obstáculos a la hora de implementar medidas que reduzcan a su mínima expresión la generación de residuos.

Más allá del desánimo que podría ofrecer la lectura de este tipo de datos, la encuesta cameral también ofrece una realidad que invitaría al optimismo. En este sentido, un 60% de las empresas alavesas consultadas aplicaron algún tipo de medidas durante 2017 y 2018 en pro de la sostenibilidad ambiental como por ejemplo la reducción de emisiones y contaminantes, el reciclado o la utilización de subproductos. Y aunque otro 17% reconoce no haberlo hecho, sí se habría planteado hacerlo. En este caso además, también el porcentaje afirmativo resulta más elevado entre el grupo formado por la industria y la construcción (64,5%) pero con una escasa diferencia ya que un 62,1% de las empresas de servicios también habrían contestado de forma afirmativa.

En este sentido, es la reutilización o reciclado de residuos generados en la propia empresa la actuación más rentable para las empresas (55,1%), seguido de la inversión para la mejora de la eficiencia energética (50,7%) y la incorporación de prácticas energéticas para la sostenibilidad medioambiental como, por ejemplo, las energías renovables y la concienciación de los empleados, medidas aplicadas únicamente por tres de cada diez empresas consultadas. Trabajo inmenso por delante, en definitiva, para voltear un reto mayúsculo como el del agotamiento de recursos, la escasez de materias primas y el incremento de los residuos.

¿Sabe el significado de

Economía Circular?

Sí (42,9%) / No (52,2%)

¿Aplicó medidas en 2018?

Sí (60,5%)

No era el momento (19%)

No, pero lo pensé (17,%)

¿Qué es la Economía Circular? Es un concepto económico social que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía?) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos. Se trata de implementar una nueva economía, circular -no lineal-, basada en el principio de cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.