BILBAO - El sindicato ELA opinó ayer que el plan del Gobierno Vasco para combatir la brecha salarial entre hombres y mujeres “es estéril, insuficiente y no va a la raíz del problema” por lo que “difícilmente conseguirá erradicarla”. En una comparecencia ante los medios, la responsable de Igualdad de género en ese sindicato, Leire Txakartegi, y la secretaria general adjunta de esa central, Amaia Muñoa, criticaron la estrategia que aprobó el 27 de noviembre el Ejecutivo de Iñigo Urkullu para reducir la diferencia salarial entre hombres y mujeres, que se dotó de 283 millones de euros.

Según afirmaron, el plan apunta como factores que causan la brecha salarial la distribución del trabajo en función del sexo y las dificultades para conciliar la vida laboral y personal, pero olvida la precariedad del trabajo de las mujeres y la escasa calidad de sus empleos. Así añadieron que “si el plan no aborda la forma de combatir la precariedad del empleo femenino, no va a servir”.

Además, denunciaron que el Ejecutivo presentó su plan “con publicidad engañosa” ya que la dotación económica asignada no suponía “un nuevo esfuerzo” a favor de la igualdad, sino que era una “compilación” de medidas que ya estaban en vigor. Esa partida de 283 millones se refiere sobre todo a la financiación de las haurreskolas y las ayudas a la conciliación para el cuidado de hijos, denunció ELA. La central lamentó a su vez que el Gobierno “haya renunciado” a presentar medidas concretas a favor de los derechos de las mujeres.

Según explicaron, ELA remitió al Ejecutivo y a Emakunde un documento con 32 propuestas concretas que incluían, por ejemplo, cambiar criterios de promoción profesional, terminar con los recortes en gasto social que afecta a sectores feminizados, el impulso de la reducción de jornada y luchar contra las subcontratas en la Administración. Txakartegi aclaró que no recibieron respuesta del Gobierno y que el sindicato no ha participado en la elaboración del plan ya aprobado, por lo que exigió al Ejecutivo “que no use las siglas de ELA para dar legitimidad social a su plan”. Asimismo, criticó que se planteara la mesa de diálogo social, en la que no participa, como órgano para la coordinación y seguimiento de ese plan.

Según advirtió, en esa mesa sí participa Confebask y podría ejercer su veto a la lucha contra la brecha salarial. ELA propone como alternativa mantener “una relación bilateral” entre el Gobierno y el sindicato para avanzar en medidas que ayuden a combatir esa situación. Cuando se presentó esa estrategia de la Administración vasca se marcó una serie de aportaciones de ELA, pero Txakartegi afirmó que no plantean lo que realmente pretendía el sindicado. - Efe