madrid - El Gobierno español ha decidido compensar las pensiones en 2018 con la inflación de noviembre, con lo que tendrá que abonar a los pensionistas la décima de diferencia entre la revalorización de las pensiones presupuestada (1,6%) y la tasa anual de IPC del mes pasado (1,7%). Fuentes gubernamentales explicaron ayer que se ha optado por hacerlo así porque en diciembre es posible que la inflación no supere el 1,6%, con lo que los pensionistas se quedarían sin compensación.

Hace unas semanas el Ministerio de Trabajo detalló que cada décima al alza de la inflación respecto a la subida de las pensiones tendría un coste para la Seguridad Social de 128,6 millones de euros. Las mismas fuentes gubernamentales afirmaron que el año que viene la Seguridad Social ingresará unos 1.500 millones de euros adicionales por la actualización de las bases de cotización, con una subida que será del 22,3% para las bases mínimas del régimen general (la misma que para el salario mínimo interprofesional) y de alrededor del 10 % para las máximas.

Por otra parte, el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia convocó ayer una nueva manifestación para el próximo 15 de enero en Bilbao, fecha en la que se cumple el primer aniversario del inicio de las movilizaciones del colectivo en favor, entre otras cuestiones, de una pensión pública mínima de 1.080 euros y ligada por ley al IPC. Representantes de la plataforma se mostraron “contentos y satisfechos” con la respuesta recibida a la protesta del sábado pasado. - DNA