vitoria - Un directivo de una entidad financiera vasca explica a este diario cómo se afrontó hace diez años la llegada de la “tormenta” de la crisis a Euskadi. Prefiere mantenerse en el anonimato, porque considera que sería dar protagonismo a una entidad, cuando toda la banca vasca estaba “preparada para el golpe”.

“Partíamos ya con una posición de ventaja, porque nuestros niveles de endeudamiento no eran tan elevados como en el resto del Estado y no estábamos tan expuestos al ladrillo. Pero en cuanto empezaron los primeros problemas, que fue antes de la caída de Lehman, analizamos toda nuestra cartera de inversión para evitar cualquier contagio”, destaca.

La solidez del capital de la banca vasca es ahora un colchón ante nuevas turbulencias. Lo mismo ocurre con el control del riesgo. - A.D.M.