- Siete de cada diez empresas vascas tienen dificultades para encontrar trabajadores con el perfil y la formación que necesitan, según cálculos de Confebask. El problema más grave está en la industria, inmersa en un salto tecnológico que demanda unas capacidades técnicas cada vez más específicas. La economía vasca puede sufrir los próximos años si no se resuelve la falta de mano de obra industrial, por lo que Euskadi se ha puesto en marcha para convencer a los jóvenes de que enfoquen sus estudios a este sector. El gran reto son las mujeres: la industria ocupa a casi cuatro hombres por cada trabajadora, un ratio que apenas ha mejorado en los últimos diez años.
El debate abierto desde el flanco empresarial puede sorprender después de una crisis que tuvo como principal lacra la falta de empleo y cuando aun hay en Euskadi más de 100.000 personas en paro. Sin embargo, poco a poco se han ido sumando voces advirtiendo de que en unos años la evolución demográfica va a hacer que el problema sea la falta de trabajadores y no el exceso. “No podemos dejar que nuestra industria caiga por falta de talento. Necesitamos gente”, señala Adolfo Rey, director gerente de la patronal vizcaína del metal.
El primer aviso lo lanzó en 2016 Laboral Kutxa, que en un informe calculaba que Euskadi necesitaría cubrir en el periodo 2014-2024 más de 300.000 puestos de trabajo, de los que un 80% son vacantes por jubilación. La patronal Confebask hace una estimación, en el acuerdo en materia de empleo firmado con el Gobierno Vasco, de unos 100.000 nuevos puestos entre este año y 2020.
En dicho informe se señalan como las ramas de Formación Profesional más demandadas la fabricación mecánica, electricidad y electrónica, instalación y mantenimiento e informática y telecomunicaciones. En cuanto a las carreras universitarias sobresalen las STEM (Ingeniería, Ciencia, Tecnología y Matemáticas). Ese mismo acuerdo entre Gobierno Vasco y patronal recoge un punto específico enfocado a la activación de la mujer en el mercado laboral a través de planes de igualdad en las empresas y más medidas de conciliación.
Es la muestra de que también desde el ámbito institucional se quiere dar un impulso a la contratación femenina en la industria. El viceconsejero de Empleo y Juventud, Marcos Muro, remarca a DNA que en esa línea están trabajando los departamentos de Empleo, Educación y Desarrollo Económico de Lakua junto con las organizaciones empresariales. “Estamos identificando medidas específicas para promover la incorporación de la mujer al mercado laboral, en particular en los empleos demandados por las empresas vascas, donde están infrarrepresentadas”, asume.
Todo ello dentro de un plan que busca acercar el sistema educativo a las necesidades de las empresas. La idea es ampliar el campo de sectores y de empresas que participan en los programas de formación dual, tanto en la FP como en la universidad, hasta llegar a duplicar el número de empresas y de participantes, expone Muro. El Ejecutivo prepara también medidas en el campo de la conciliación que pueden favorecer el acceso de la mujer a actividades industriales.
En esa misma línea, la patronal vizcaína ha lanzado varias iniciativas para el próximo curso enfocadas especialmente al sector femenino. El plato fuerte tendrá lugar en noviembre, cuando la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) ha programado un Día de la Industria, una jornada para “visibilizar el sector como una salida laboral atractiva” entre los estudiantes.
Se prevé la asistencia de 650 alumnos de primer curso de Bachiller, entre 16 y 17 años, a una sesión que además del apartado teórico incluirá visitas a las principales empresas industriales vascas. Ya hay más de una veintena de compañías implicadas como ITP o Ingeteam, que mostrarán sus instalaciones a chavales de 23 centros educativos. La idea de la FVEM es ir ampliando el impacto del proyecto a más centros para cambiar poco a poco la imagen que tiene la juventud de la actividad industrial.
“Hay que acabar con la creencia de que es un trabajo sucio y pesado en el que hace falta mucha fuerza física. Eso se acabó, hoy en día la realidad es muy distinta”, dice Rey para intentar convencer también a las familias de que este no es un sector solo para hombres. “Uno de los grandes problemas del mundo industrial es la falta de talento”, insiste el director gerente de la FVEM, que cita un amplio abanico de ramas en las que ya hacen falta trabajadores, y no son solo actividades superespecializadas. “Hacen falta ingenieros y matemáticos, sí, pero no solo eso. También soldadores y electricistas”, apunta. En 2016 la patronal vizcaína advertía de que “si la mujer no llega a la industria habrá problemas para contratar”. En dos años el panorama ha mejorado poco. En junio de este año había en la industria vasca 44.000 mujeres ocupadas por 162.700 hombres, según Eustat. Una mujer por cada cuatro hombres. La relación se mantiene inmóvil en comparación con 2008, aunque llegó a ser incluso más desfavorable para la mujer en los años duros de la crisis.
La presencia de mujeres en la industria toca suelo en 2014 y 2015, con poco más de 30.000 trabajadoras, lo que suponía que había casi cinco hombres por cada operaria. La reactivación del sector, eso sí, beneficia en proporción más a las mujeres, que vuelven a recuperar el listón de las 44.000 ocupadas. La relación exacta entre mujeres y hombres es ahora de 3,7 trabajadores industriales por cada mujer, un par de décimas más compensada que el año pasado. Un pequeño paso hacia la feminización de la industria al que Euskadi quiere dar continuidad en los próximos años.