bilbao - A pesar de que la UE sigue sin aclarar su postura, el director general de Spri es “positivo” y considera que Bruselas encontrará una vía para evitar las consecuencias de las sanciones de Trump a Irán.

Europa todavía no se ha pronunciado sobre el bloqueo a Irán, eso genera incertidumbre, ¿está haciendo el Gobierno Vasco alguna recomendación a las empresas?

-Lo primero de todo, hay que decir que Spri y el Gobierno Vasco tenemos que ir de la mano de la Unión Europea. Es verdad que Bruselas todavía no ha dado una respuesta y, sobre todo, tiene que dar una respuesta al tema de la financiación, que es lo que es importante para las empresas vascas.

¿En qué sentido?

-Sería muy interesante, incluso ya se ha hablado de la posibilidad de crear un intermediario a nivel europeo, que puede ser el Banco Central Europeo u otra entidad, que financie los proyectos para que no sea la empresa la que trabaje directamente con Irán. Esa sería un solución muy, muy interesante. Pero obviamente tenemos que esperar a lo que diga Bruselas. Nosotros desde nuestra oficina allí estamos al tanto y en permanente contacto. Tenemos interés en que lancen alguna herramienta que permita seguir invirtiendo allí.

¿Y que les están aconsejando a las empresas ante la incertidumbre?

-¿Consejos a las empresas? Las empresas saben muy bien lo que tienen o no tienen. De hecho, lo de las sanciones no es nuevo. Desgraciadamente, no es nuevo por parte de Estados Unidos. Y algunas empresas seguirán apostando por Irán, como lo hicieron en la época de las anteriores sanciones.

¿Apostarán muchas por esa vía?

-Serán muy pocas, porque al final la mayoría de las empresas muy internacionalizadas están expuestas al mercado de Estados Unidos. De alguna manera tienen que elegir. O se van a Irán o se van a Estados Unidos. No hay mucha opción.

Se pueden ganar un enemigo muy poderoso.

-A ver, normalmente sí es verdad, quitando algunos casos, que las empresas vascas internacionalizadas tienen más mercado en EEUU que en Irán. Y, claro, ante la tesitura de tener que elegir, obviamente se quedarán con el que da más facturación. Aunque hay algunas empresas vascas para las que el mercado de Irán es uno de sus principales destinos.

La mayoría de las compañías vascas apenas estaba abriendo en estos momentos la puerta de Irán. El escenario no va a generar demasiados problemas.

-No, no. A ver, hay casos muy concretos que les va a afectar. Como ya he dicho, volvemos de épocas de sanciones anteriores, épocas en las que las empresas vascas no se metieron demasiado en el mercado iraní. Pero sí es verdad que el mercado iraní tiene una potencialidad para el sector industrial vasco muy importante porque las necesidades industriales del país casan perfectamente con la oferta que tenemos en Euskadi. Y hay proyectos que, de alguna manera, viendo la situación que hay, por ahora quedan en stand by a la hora de buscar esa vía de financiación. La financiación es la clave en Irán. Digamos que a la mayoría no les va a afectar directamente, no afectará en una gran proporción, pero sí hay algunas que notarán las sanciones.

Lo peor es que no hay plazo para que la Unión Europea se pronuncie.

-Nada, nada, parado. Bueno parado, no se sabe cuándo. No hay fechas, ni medidas concretas planteadas. Pero hay que tener en cuenta que hay países fuertes, Francia y Alemania, que antes de que Donald Trump tomará esta decisión abordaron megaproyectos muy potentes en Irán. Proyectos relacionados con el oil&gas, con la automoción, y luego claro estaba toda la empresa auxiliar de esos países, y también la vasca, pendiente de las inversiones. Europa no se ha pronunciado pero los países con las economías más fuertes de la Unión tienen muchísimos intereses ahí. Estoy convencido, soy positivo, de que algo, algo va a tener que hacer. Bruselas va a tener que dar una solución.