gasteiz - Las ventas en mercados exteriores han venido a Euskadi para quedarse y dar un nuevo aire a la economía vasca. Tras batir el año pasado el récord de exportaciones, las empresas de la CAV están avanzando en el primer tramo de este ejercicio a un ritmo que augura una nueva marca histórica. El bloqueo de los destinos comerciales tradicionales durante la crisis obligó a las empresas a lanzarse a abrir las puertas de otros países. Muchas compañías vascas ya estaban fuera, pero otras muchas empezaron a viajar a partir de 2010 y sobre todo de 2011. En estos momentos las operaciones vascas de exportación multiplican por 2,3 veces las que se realizaban en 2007.
El año pasado se realizaron 16.151 movimientos de mercancías y servicios desde Euskadi al resto del mundo. Hace once años se superaba ligeramente la barrera de los 6.800. Según los datos de aduanas, este ejercicio, entre enero y mayo -último mes disponible- se registraron casi de 10.100 operaciones de venta de empresas en el exterior. Es una cifra muy similar a la de 2017, lo que indica que los números de este año estarán en la misma línea.
El incremento del número de operaciones ha sido constante los últimos años. Incluso en los ejercicios en los que el volumen de ventas ha bajado se han incrementado los movimientos. De modo que las empresas han ido gradualmente saliendo fuera de Euskadi y, cuando la recuperación ha permitido un crecimiento generalizado de la facturación, las exportaciones han marcado máximos históricos y se han consolidado en la zona de en torno a los 22.000 millones de euros en ventas.
Según datos del Departamento vasco de Desarrollo Económico, más de 7.000 empresas vascas son exportadoras. De ellas, unas 3.200 compañías lo hacen regularmente. Ainhoa Ondarzabal, directora de la Agencia Vasca de Internacionalización (Basque Trade & Investment), destaca que las empresas que venden con regularidad fuera consiguen crecimientos de facturación anuales del 16%. Y las que venden más de 50 millones al año incluso superan ese nivel.
En ese contexto, el récord de exportaciones se fijó en 23.860 millones el año pasado, un 25% más que antes de la crisis. Se superó además con holgura, por casi 1.400 millones (6%) la anterior marca, que databa de 2014. Y lo más importante es que al ritmo actual, se marcará un nuevo máximo registro este curso. En concreto, entre enero y mayo se exportaron bienes y servicios por valor de 10.637 millones, un 8% más.
Desde el estallido del crisis han cambiado muchas cosas en el comercio exterior vasco, también el reparto de la tarta de ventas entre los diferentes sectores. De los 19.000 millones exportados en 2007, más de un 36,5%, la mayor porción, eran bienes de equipo. Ese porcentaje ha bajado ligeramente (35%) en los datos de este año, pero sigue siendo el más elevado. El mayor movimiento se ha producido en la automoción, que ha pasado de representar un 13% de las exportaciones antes de la crisis a rondar el 21% en estos momentos. En ese periodo se ha producido el despegue de dos multinacionales vizcaínas del sector del coche, Gestamp y CIE Automotive. También se ha puesto en marcha el AIC de Boroa, el polo de la innovación del coche impulsado por la Diputación de Bizkaia. Y en general ha crecido todo el ecosistema vasco del automóvil, desde la fábrica más grande, Mercedes Benz Vitoria, hasta el fabricante de componentes más pequeño.
La buena marcha de Petronor se nota en las ventas de productos energéticos, que han crecido casi un 2% en el reparto de las exportaciones. Asimismo, ha dejado huella la desaparición de Fagor y las ventas de bienes de consumo duradero se han convertido en residuales. Las semimanufacturas también han perdido impulso seguramente por los problemas que atraviesa, entre otros, la Acería Compacta de Bizkaia.