bilbao - Dos portavoces de las kellys, la asociación estatal de camareras de piso (limpiadoras de hoteles), estuvieron ayer en Bilbao para reunirse con la dirección de ELA, que aseguran es “uno de los pocos sindicatos que nos ha entendido”. Las dos trabajadoras criticaron duramente la posición de CCOO y UGT y aseguraron que las dos principales centrales españolas “no están funcionando”, incluso plantearon la necesidad de exportar el modelo de ELA a otras zonas del Estado. Las kellys se han convertido en uno de los colectivos más reivindicativos al denunciar las condiciones de “esclavitud” en las que trabajan y ven en acuerdos como el de Alojamientos de Gipuzkoa una buena herramienta para evitar la precariedad.

Las kellys se han hecho fuertes sobre todo en Madrid, Barcelona, Mallorca y otras zonas turísticas del Estado español y, aunque no están organizadas como tal en Euskadi, visitaron ayer la capital vizcaina para intercambiar impresiones con los responsables de ELA a raíz de la firma del convenio del sector en Gipuzkoa. Un acuerdo suscrito por los cuatro principales sindicatos vascos y en el que las kellys ven un ejemplo a trasladar a los hoteles de otros territorios.

Básicamente porque el acuerdo guipuzcoano recoge, además de la equiparación salarial, el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales en caso de externalización, es decir, si cambia la empresa que presta el servicio en el hotel. Esta es la reivindicación crucial de las kellys, que trabajan por salarios en muchos casos inferiores a mil euros al mes y en condiciones físicamente muy duras, tal y como reiteraron ayer sus portavoces, la madrileña Ángela Muñoz y la canaria Myriam Barros.

Con un discurso muy combativo, las dos denunciaron “la explotación” que se da en su sector como consecuencia de la externalización, con una bajada salarial de hasta el 40% y el “robo de derechos fundamentales”. Sobre el nuevo Gobierno incidieron en que mantienen su reivindicación básica en relación a la regulación de la externalización y recordaron que la nueva ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, indicó en su discurso de toma de posesión del cargo que una de sus prioridades iba a ser arreglar la situación de las kellys.

En cualquier caso, las dos dejaron claro que mantendrán el pulso de las movilizaciones y criticaron que los dos grandes sindicatos españoles, CCOO y UGT, hayan decidido “dar un tiempito a Pedro Sánchez” y hayan dejado en stand by las protestas en el ámbito de la negociación colectiva a la espera de cerrar un acuerdo salarial con la CEOE. “Mientras tanto los trabajadores seguimos un tiempito más explotados”, censuró Barros.

La presidenta de la asociación criticó que “los sindicatos mayoritarios en España no están funcionando y por eso hemos tenido que organizarnos nosotras por nuestra cuenta”, señaló, y consideró que ELA “hace bien su labor” por la “presión” que ejerce sobre las instituciones. Es más, lamentó que la política del primer sindicato vasco y su caja de resistencia apenas se conozcan en el resto del Estado. “Es uno de los pocos sindicatos que ha entendido nuestras reivindicaciones”.

El secretario general del sindicato, Adolfo Txiki Muñoz, valoró que un colectivo como las kellys avalen su trayectoria porque en Euskadi “sufrimos cierto apartheid y no se puede hablar bien de ELA”. Las dos partes mostraron una gran sintonía en lo relativo a la necesidad de organizar a los trabajadores “desde la base” y en sus críticas al diálogo social y al sindicalismo de concertación.

La canaria Myriam Barros aseguró que el sindicalismo “no se hace en los despachos” y valoró muy positivamente el modelo de ELA. De hecho, afirmó que sería bueno que el modelo del sindicato vasco se exportara a otras zonas. “Es horrible que fuera del País Vasco no se conozca lo que hace ELA. Necesitamos sindicatos que peleen y hagan huelgas”.

Como su compañera, Ángela Muñoz valoró el acuerdo en los hoteles de Gipuzkoa, que asegura la subrogación en caso de externalización, y lo comparó con la regularización de las ETT. “Es la prueba de que con sindicalismo de base y peleando se pueden cambiar las cosas”.