SEA Empresarios Alaveses ha pasado a ser SEA Empresas Alavesas, una actualización necesaria en una sociedad cada vez más consciente de la necesidad de impulsar la igualdad entre hombres y mujeres, y un hito para celebrar el cuadragésimo aniversario de una asociación que desarrolló ayer en Gasteiz su asamblea general.

Al margen de analizare la memoria de actividades del último año y renovar a 14 de los 28 miembros de la Junta Rectora, la jornada de ayer sirvió para poner en valor a las personas de cara la revolución 4.0 que afronta el tejido empresarial tanto a nivel global como alavés.

Así lo señaló el presidente de SEA, Pascal Gómez, quien ante el lehendakari, Iñigo Urkullu, defendió que “las personas son la base y la meta de nuestro trabajo, y las que lo hacen posible”. En ese sentido, Gómez celebró la “paz social” alcanzada en el territorio “fruto del intenso trabajo realizado por todos los agentes implicados, de los que nos hemos sentado a dialogar y hemos dejado pelos en la gatera para lograr acuerdos”. Así se han logrado firmar “convenios estables” para el territorio, como el de la Construcción y los Derivados del Cemento.

En ese sentido, el presidente de la asociación de empresas alavesas destacó que el reciente acuerdo con el Gobierno Vasco permitirá que ninguno de los 100.000 puestos de trabajo que se prevé crear en Euskadi en los próximos tres años, 20.000 de ellos en Álava, “se quede sin cubrir”, y calificó como “una auténtica barbaridad que algunos sindicatos interpreten esta gran noticia como un ataque a sus derechos”.

A partir de esos pactos alcanzados, añadió, el objetivo ahora es “encontrar los profesionales cualificados que tanta falta hacen”, aunque Gómez advirtió de que “todo ese esfuerzo será en vano si no va acompañado de unas políticas que logren retener” el talento.

Con ese talento, por un lado, y la implicación del empresariado, por otro, toca ahora “impulsar un nuevo modelo de relaciones laborales, el de la empresa 4.0, la empresa del futuro”, afirmó Gómez, “un nuevo ámbito” basado en siete ejes; la colaboración, la implicación, la flexibilidad, la estabilidad, la cualificación permanente, la equidad retributiva y la equidad intergeneracional.

El representante del tejido empresarial del territorio lanzó además un mensaje a la clase política de cara a esa necesaria actualización de las relaciones laborales en un marco en permanente cambio. Así, advirtió a los líderes institucionales de que “tienen que colaborar, no conquistar”, pues “la sociedad les ha recordado el desapego existente con los partidos y deben poner fin a ese distanciamiento”.

Gómez aseguró que las empresas sí han recorrido el camino hacia el reconocimiento social y en ese sentido recordó que “el último sociómetro del Gobierno Vasco reflejaba que siete de cada diez vascos valoran positivamente o muy positivamente la aportación de la empresa”, un apoyo que en Álava se eleva a ocho de cada diez ciudadanos. Este respaldo, señaló el presidente de SEA Empresas Alavesas, “nos motiva para seguir haciendo frente a todas las dificultades”, una de las cuales, el terrorismo de ETA, “ha quedado enterrada definitivamente”. Gómez, en todo caso, tuvo un recuerdo para los 49 empresarios y directivos asesinados, los 52 secuestrados” y “los miles de extorsionados que vivieron bajo la amenaza constante”.

el renacimiento Por otro lado, Pascal Gómez celebró “la nueva etapa” que emprende SEA con su nueva denominación y logo. “Nacemos con cuarenta años de experiencia”, dijo el presidente de la organización, “cuatro décadas en las que se han ido incorporando diferentes empresas a la gran familia que formamos SEA, y tenemos la gran suerte y orgullo de contar con cien empresas que nos acompañan desde aquel lejano 1978, el año en el que un grupo de valientes decidió unirse e impulsar el papel de las empresas en Álava”.

En la actualidad, explicó, en la asociación empresarial alavesa están inscritas 4.000 empresas y, señaló Gómez, “no vamos a dejar de crecer como no lo hemos hecho en los últimos años porque sabemos que juntos somos más fuertes”. Según dijo, la organización cambia de imagen “pero no de ideales y convicciones”.