Bruselas - La patronal europea del acero, Eurofer, consideró ayer necesario establecer una cuota de importación en la Unión Europea (UE) para hacer frente a incrementos inesperados en las entradas de acero al bloque comunitario tras el cierre parcial del mercado estadounidense. “Nuestro objetivo (...) es una cuota por encima de la cual habría un arancel del 25 % necesario para equilibrar los aumentos repentinos más dañinos”, dijo el presidente de Eurofer, Geert Van Poelvoorde, en una rueda de prensa en Bruselas por el Día Europeo del Acero.

Van Poelvoorde insistió en que el objetivo de su entidad no es “cerrar el mercado”, algo que iría “en contra de su ADN”, sino proteger a la industria europea de las consecuencias de los aranceles estadounidenses del 25% a sus importaciones de acero impuestos hace el pasado viernes. Así, propuso que la cuota de importaciones en la UE se fije en un volumen equivalente a la media de entradas al mercado comunitario en los años anteriores, previsiblemente en tres ejercicios, y que a cualquier importación por encima de esta cuota se le imponga un gravamen del 25 %. Además, pidió que se trate de una cuota “por países” importadores y dividida en trimestres para evitar que se generen acumulaciones de importaciones en momentos concretos del año de forma inesperada y volatilidad en la industria.

La patronal ya había advertido el pasado jueves, tras el anuncio de que la UE no quedaría exenta de los aranceles, de que las importaciones de acero en el mercado europeo habían crecido un 8,4% durante el primer trimestre de 2018, un aumento que consideran “dramático” y que tuvo lugar antes de la imposición de estos gravámenes. Van Poelvoorde explicó que grandes exportadores de acero afectados por las medidas de Washington, como Brasil o Corea del Sur, desviarán ahora su acero al mercado europeo, más abierto, al encontrarse con las puertas “cerradas” en EEUU. El presidente de Eurofer precisó que, según diversos cálculos, se espera una reducción en las importaciones de acero de Estados Unidos de al menos un 37%, unos trece millones de toneladas. “Si las medidas de Estados Unidos se mantienen sin cambios, podríamos ver pérdidas de decenas de miles de empleos en la industria del acero en Europa, y también en las cadenas de valor que dan servicio al sector”, lamentó.

No obstante, agregó, el mercado laboral estadounidense también sufriría, ya que la potencial ganancia de 33.000 puestos de trabajo en la industria del acero se vería compensada por la pérdida de 179.000 empleos en el resto de la economía, según una evaluación del exdirector de la oficina económica de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU. “Estados Unidos se está disparando en el pie”, incidió el director general de Eurofer, Axel Eggert.

Eurofer respalda la estrategia de Bruselas y sus medidas de represalia, que incluyen denunciar a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio, imponer medidas de reequilibrio con aranceles sobre productos de EEUU y la monitorización de los flujos comerciales del acero y el aluminio para evitar aumentos repentinos que desestabilicen la industria europea.

En el marco de esta vigilancia de los mercados del acero, la Comisión Europea abrió en marzo una investigación sobre los efectos de los aranceles para la industria y tiene un plazo de nueve meses para decidir si aplica medidas de salvaguardia que, en caso de ser necesarias, podrían entrar en vigor antes de que concluya ese periodo.

Eurofer, que ya pidió a la Comisión que adoptara rápidamente estas medidas de salvaguardia, señaló que estas podrían llegar de forma provisional en julio y de manera permanente a finales de 2018. La industria europea del acero da empleo a 320.000 personas de forma directa y a otras 2,5 millones en industrias relacionadas y representa, según datos de Eurofer, un valor añadido bruto de 128.000 millones de euros en la industria europea. - Efe