La dirección de UGT de Euskadi ha decidido seguir los pasos de CCOO y abandonar el diálogo social, que se queda así sin interlocutores por la parte sindical. Su secretario general, Raúl Arza, se mostró ayer muy molesto con el acuerdo firmado “con nocturnidad y alevosía” por el Gobierno Vasco y Confebask y criticó que el Ejecutivo apueste por el “diálogo bilateral” con los empresarios y no por la negociación tripartita. Además, dio a entender que el pacto con la patronal se ha suscrito dejando de lado al departamento de Trabajo y Justicia que dirige la socialista María Jesús San José, por lo que instó al Gobierno de PNV y PSE a hacer “el debate oportuno” para consensuar una postura en este terreno.

El sindicalista no quiso valorar si se ha abierto o no una grieta dentro del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, aunque en sus declaraciones sí dejó caer que el acuerdo con la patronal no ha tenido el aval de la consejería de Trabajo, en la que recaen esta legislatura todas las gestiones relativas al diálogo social. Eso explicaría, según el líder de UGT, que en los diez meses que han transcurrido desde que se presentó el nuevo foro tripartito permanente para vincular las políticas formativas con las necesidades del mercado de trabajo no hayan trascendido avances significativos. La presentación de ese órgano estable de diálogo social el verano pasado contó con el respaldo de cuatro consejeras del Gobierno Vasco, entre ellas San José, quien no estuvo en la foto del reciente acuerdo bilateral con Confebask.

Arza criticó, como ya hiciera el pasado viernes CCOO, “la deslealtad” hacia los sindicatos que supone el acuerdo de empleo entre el Gobierno Vasco y Confebask, al consensuar de “manera bilateral” una serie de cuestiones que estaban siendo debatidas en la mesa de diálogo social. “Si ves la foto del pasado verano y ves la foto de ahora, se deja en el camino a tres agentes: la consejería de Trabajo, a UGT y a CCOO”, censuró el sindicalista, que considera que en el Gobierno de coalición de PNV y PSE -este partido controla, además de la cartera de Trabajo, las de Turismo y Vivienda- “tendrán que hacer el debate oportuno”.

Por ello, la central sindical de Arza también dejará el principal proceso de diálogo social, que queda así sin interlocutores sindicales, aunque sí permanecerá en la mesa que discute cómo pactar medidas que reduzcan la brecha salarial de género -CCOO también ha dejado este segundo foro-. Respecto a las posibilidades de regresar a la mesa, Arza no cerró la puerta a hacerlo en un futuro, pero señaló que hace falta que pase “algo de tiempo” para reponerse del mal trago que ha supuesto el acuerdo entre Gobierno y patronal. Respecto al contenido de dicho acuerdo, Arza no se mostró disconforme con las materias que se han tratado y recordó que algunos puntos ya se estaban negociando de manera tripartita.

“hacer realidad el diálogo” Pese a las palabras del líder de UGT-Euskadi, el departamento de Trabajo optó por no alimentar la polémica y, en un comunicado, aseguró que hará todo lo posible por “hacer realidad” el diálogo social a pesar de “las discrepancias”. “Los problemas del mundo del trabajo, del desempleo, de la formación, de la precariedad, de la desigualdad, requieren acciones y políticas acordadas entre Gobiernos y agentes sociales”, indicó la consejera San José, que pidió a las centrales que regresen a la mesa.

El portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, lamentó también la decisión de CCOO y UGT de abandonar la mesa y aseguró que el Ejecutivo tratará de “encauzar” la situación para que ambos vuelvan al foro.