BILBAO - El sindicalismo en el Estado español ha empezado a recuperar en 2016-2017 las cifras de afiliación y delegados de la mano de la mejora económica y del empleo, según fuentes sindicales. En concreto, ha recuperado cerca del 10% del número de afiliados perdidos en los últimos diez años y que sumaban casi 600.000 trabajadores.
Acercarse a los más jóvenes y buscar fórmulas con las que ayudar a los trabajadores que sufren las condiciones más precarias del mercado laboral como, por ejemplo, los que desarrollan su actividad en empresas multiservicio, los que trabajan para plataformas digitales o los falsos autónomos es, según reconocen los sindicatos, la única solución para intentar aumentar la afiliación
La crisis que estalló en 2008 y que ocasionó la desaparición de empresas y la pérdida de puestos de trabajo fue una de las causas del declive afiliativo del sindicalismo en el Estado, junto con el hecho de que las diferentes respuestas sindicales a las masivas pérdidas de empleo y al deterioro de los sueldos, las condiciones de trabajo y las prestaciones sociales, no han tenido éxito, salvo en casos muy concretos. Estas últimas actuaciones alejaron a parte de los trabajadores, en especial los más jóvenes, del movimiento sindical, según reconocen en las propias centrales. Con todo, y pese al desapego sindical de buena parte del colectivo laboral -cada vez más indefenso en medio del auge del sector servicios y de la economía digital, además de sometido de una subcontratación en cadena que ha atomizado el tejido empresarial-, en el Estado español existen más de 266.000 delegados, sindicales, según Efe.
Comisiones Obreras, en el Estado, y ELA, en Euskal Herria, son las organizaciones sindicales con mayor representación. De hecho, en el conjunto del Estado español, cinco organizaciones sindicales concentran el mayor número de representantes, CCOO (94.971 delegados), UGT (85.530), USO (10.793), CSIF (10.334) y ELA (8.425), según las fuentes citadas.
El número de delegados sindicales en el Estado español, según datos recogidos por Comisiones Obreras, creció desde un mínimo de 140.770 en 1982 hasta los 312.017 de 2007, el máximo. A partir de ahí con el estallido de la crisis, su número se ha ido reduciendo hasta los 266.000 citados.
La generación de empleo de la mano del crecimiento del PIB -recuérdese que 2017 ha sido el cuarto año consecutivo de crecimiento económico- y las campañas puestas en marcha por los sindicatos para comunicar a los trabajadores las ventajas de estar asociado han logrado que durante 2016 y 2017 el número de afiliados sindicales en el conjunto del Estado español se haya incrementado en unos 60.000, aunque la cifra sigue lejos de los máximos precrisis.
Los cuatro mayores sindicatos del Estado español por número de cotizantes -UGT, Comisiones Obreras, CSIF y USO- fueron reduciendo el número de trabajadores afiliados hasta 2015 ,cuando registraron el mínimo, según los datos de los propios sindicatos recabados por Efe.
En relación al número de trabajadores que cotizan a una central sindical para que les ayude a defender sus derechos laborales, el mayor sindicato de España sería actualmente la Unión General de Trabajadores (UGT) que comunica contar con unos 960.000 afiliados en 2017, frente a los 920.000 de Comisiones Obreras.
Estas cifras están lejos de los 1,2 millones de socios que, siempre según las organizaciones sindicales, llegaron a contar en el momento de mayor afiliación. - DNA