MADRID - El Gobierno español reconoce que las pensiones pierden poder adquisitivo, según las palabras del secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, que relativiza el hecho al calificar de “irrelevante” la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, que ha situado en el 0,1 % entre 2014 y 2017, desde que se comenzó a aplicar la subida mínima del 0,25%, un alza que por ejemplo en 2018, está por debajo del 1,1% con el que cerró el año el alza del IPC. “No se trata de que se revaloricen menos, sino de que lo hagan de acuerdo con las posibilidades económicas del sistema en cada momento”, afirmó Burgos en declaraciones a RNE para explicar la filosofía de la reforma de las pensiones de 2013 que introdujo el nuevo índice de revalorización de la pensiones (IRP) que desvinculó su subida de la evolución de la inflación.
Hasta entonces las pensiones se revalorizaban por ley conforme al IPC de noviembre, que era el que servía para calcular la compensación a la que tenían derecho los pensionistas por una inflación mayor a la subida fijada a principios de año. Desde 2011, año en el que el Gobierno del PSOE congeló todas las pensiones -salvo las mínimas y no contributivas-, los pensionistas no han vuelto a percibir esa paga compensatoria. Desde 2014 se comenzó a aplicar la subida del 0,25%, el mínimo que el Gobierno del PP estableció por ley en su reforma de 2013 mientras la Seguridad Social estuviera en déficit. El Gobierno español defiende que esta subida mínima ha sido compatible con un mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones gracias a que entre 2014 y 2016 se registraron tasas medias de IPC negativas. Conforme a sus cálculos, las pensiones perdieron en 2017 un 1,9% de poder adquisitivo, aunque se compensa en parte con las ganancias de los tres años anteriores. - Efe