Madrid - La exministra de Economía y exvicepresidenta Elena Salgado defendió ayer que se enfrentó a la crisis durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) para preservar el futuro de España y evitar el rescate del país, aunque admitió que no se siente satisfecha porque también se cometieron “errores”. Salgado compareció en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera y el rescate a la banca. Elena Salgado, que estuvo en el Gobierno entre abril de 2009 y diciembre de 2011, explicó que afrontó una de las crisis más duras de los últimos 70 años intentando proteger el estado de bienestar y argumentó que tuvo que subir impuestos como el IVA o el IRPF para no recortar en prestaciones ante el incremento del paro, que también intentaron paliar con el denominado Plan E, por el que se concedieron unos 8.000 millones a los ayuntamientos para diferentes obras.
En este sentido, explicó que el G-20 pedía destinar entre el 1,5% y el 2% del PIB a planes para reactivar la economía y decidieron actuar en el ámbito de las infraestructuras municipales para frenar la destrucción de empleo.
Justificó que fue una medida “de choque” que “amortiguó” la destrucción de empleo algunos meses y que sirvió para dar servicios públicos y facilidades a personas discapacitadas.
Salgado señaló que el déficit superior al 9% del PIB en 2011 se debió a una disminución de los ingresos y no a un aumento del gasto, que “incluso se redujo en los momentos más delicados”.
Puntualizó que en momentos difíciles no se puede cargar en la reducción del gasto si no se quiere perjudicar a los ciudadanos, aunque ha lamentado los graves efectos que luego tuvo la crisis en el desempleo.
“De todos los efectos de la crisis económica, el desempleo fue el mas lacerante e impedía cualquier instante de relajación al Gobierno”, dijo, tras añadir que lo que más preocupa es la actual pobreza.
La exministra achacó la recaída de la economía española en 2010 a los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal que aumentaron la desconfianza hacia España, ya que su sector financiero tenía una gran exposición en el mercado inmobiliario.
También defendió la reforma del artículo 135 de la Constitución, la llamada “regla de oro fiscal”, para comprometerse con la sostenibilidad de las finanzas públicas a cambio de no hacer más recortes a corto plazo y ha dicho que tuvo un “coste social nulo”.
Sobre la salida a bolsa de Bankia, la exministra negó tajantemente haber realizado llamadas a grandes empresarios o banqueros para que compraran acciones en su proceso de salida a bolsa y defendió la independencia que siempre mantuvo también respecto al Banco de España, la CNMV y la Agencia Tributaria. “Si hay una persona con cara y ojos que dice que yo le llamé, le recomendaría a usted que no le compre ni un coche usado ni un coche nuevo”, le espetó al diputado de ERC Joan Capdevilla.
el abuso de las preferentes La exvicepresidenta insistió en que el camino elegido para reestructurar el sistema financiero “fue el correcto” y aseguró que “sin ponerme ninguna medalla se hizo una transformación extraordinaria” del sector. Señaló que la forma en que las entidades financieras españolas vendieron participaciones preferentes a particulares fue “un auténtico abuso” en algunos casos.
Elena Salgado reconoció que la forma en que las entidades financieras españolas vendieron participaciones preferentes a particulares fue “un auténtico abuso” en algunos casos. También recordó que en su época al frente de Economía, estos productos híbridos no dieron pérdidas, lo que no ocurrió hasta 2012, cuando Bruselas exigió que se amortizaran como condición para el rescate bancario.
Salgado recordó que las primeras preferentes se emitieron en 1998, con un gobierno del Partido Popular, que también aprobó la ley que regulaba algunos aspectos de las mismas, y ha dicho que del total emitido, unos 4.300 millones se vendieron de forma incorrecta.
Entre 1998 y 2008 se emitieron unos 18.000 millones de euros en preferentes; en 2009 fueron casi 13.000 millones, en 2010 “ninguna” y en los primeros meses de 2011 se emitieron unos 200 millones, no necesariamente de bancos, sino también de alguna empresa, dijo. - Efe/DNA