El sector tecnológico es uno de los ejemplos más claros de la brecha laboral entre hombres y mujeres. En la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), en 2014, según datos estadísticos, existían 2.469 empresas dedicadas a las TIC, pero solo el 6% de los CEO de industrias tecnológicas y un 19% de las personas que integran los consejo de dirección eran mujeres.
“Los motivos de este bajo porcentaje de mujeres en empresas tecnológicas no tienen un único origen y responden a motivos culturales y educativos, principalmente. En todo caso, este es un reto en el que desde la Asociación de Empresarias y Directivas (AED) estamos trabajando con diversas instituciones y empresas en diferentes foros para que esta realidad cambie en los próximos años, concienciando a familias, escuelas, empresas, etc.”, subrayó Carolina Pérez Toledo, presidenta de la AED, en la inauguración del Foro-Debate que la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas organizó en la torre Iberdrola de Bilbao sobre la Innovación Social de las Mujeres en las empresas Tecnológicas, “motor del cambio”, sentenció Pérez Toledo.
Los datos de la presidenta de la AED sobre la presencia de las mujeres en este sector fueron demoledores. Porque desde 2011, cuando la mujer en la tecnología constituía el 25% del empleo del sector, según una encuesta de Accenture, el porcentaje de trabajadoras apenas se ha incrementado: hoy las mujeres ocupan solo el 30%; esto sin contar los cargos de alta gerencia o dirección, en los que su presencia cae drásticamente. Por ejemplo, solo un 20% de las mujeres ocupan puestos de alta dirección en empresas de telecomunicaciones.
En el foro se presentó la labor y experiencias de cuatro mujeres empresarias y directivas de diferente áreas tecnológicas que visibilizan y sirven de modelo a las nuevas generaciones de emprendedoras en este ámbito, tanto en el territorio de Bizkaia como en el resto de Euskadi.
sociedad patriarcal El problema de la escasa presencia de la mujer en el sector económico no radica ni en la capacidad ni en competencia ni en ambición; la clave de esta desigualdad latente tiene su origen en las construcciones sociales que la sociedad patriarcal viene imponiendo desde tiempos inmemoriales con la consecuente escasez de referentes femeninos en la industria. Este bajo porcentaje de mujeres en empresas tecnológicas responde principalmente a barreras y estereotipos culturales y aspectos sociales, que “desde la AED trabajamos para cambiar esta realidad”, destacó Pérez Toledo.
La presentación del debate y su moderación corrió a cargo de Aitor Cobanera, director de Tecnologías de la Innovación de SPRI. Además, en el foro participaron Regina Llopis, doctora en Matemáticas aplicadas a la Inteligencia Artificial por la Universidad de California Berkeley y presidenta y consejera delegada del grupo tecnológico AIA, Aplicaciones en Informática Avanzada; Azucena Castro, directora general de OWL Genomics; Covadonga Herrero, directora en Bilbao de Deusto Sistemas, e Isabel García, directora de producción de la ingeniería Bizitek.
“un buen ‘partner” Regina Llopis centró la intervención en su trayectoria laboral, basada en las reinvenciones continuas, tanto a nivel familiar como profesional, y donde su último proyecto es invertir en mujeres, promocionando y ayudando a mujeres del sector tecnológico mediante una plataforma que ha puesto en marcha como modo de propiciar que las emprendedoras tengan un mayor peso en el sector tecnológico. “Los estereotipos siguen pesando y las mujeres nos salimos de las carreras tecnológicas. Además, tenemos una tendencia natural a hacernos invisibles. A ellos, de forma natural, les sale encaminarse a estas disciplinas de futuro; en ellas nosotras no nos vemos a nosotras mismas”, recalcó la presidente y consejera delegada de AIA. “Por otro lado, las empresarias en sectores tecnológicos debemos de elegir bien a nuestro partner familiar. Resulta clave tener al lado un buen compañero que no te lastre en tu carrera para no tener que cambiarlo”, dijo sonriente, mientras recalcaba lo obvio: que este sector “es el futuro”. Así que recomendó a las madres; “son ellas las que tienen más influencia en sus hijos en edades tempranas; que se olviden de regalar a sus hijas muñecas, cocinitas, peluches y elijan coches teledirigidos, drones, videojuegos... juguetes que despierten su curiosidad por la tecnología y no bombardeen su mente con estereotipos que marcarán su mente adulta. Además, a los maestros -como ocurre en países avanzados de Europa- habría que pagarles tres veces más el suelo que al resto de los profesionales y políticos. En sus manos está lo que en el futuro harán nuestros chicos y chicas”, sentenció. “Somos el 50% de la población. Se está desperdiciando mucho talento y capacidad”, añadió la doctora en Matemáticas Aplicadas a la Inteligencia Artificial.
“Las del adn” Azucena Castro, directora de OWL Genomics, fue hace veinte años una de las pioneras en crear una empresa biotecnológica en Euskadi. Incidió en la necesidad de cambiar la educación para que las mujeres puedan estudiar sin cortapisas lo que ellas quieran. “Estudié Biología en una época en la que esto era cosa de hombres, pero en mi madre, que hoy tiene 93 años, tuve un referente para seguir adelante en la carrera.”, añadió Castro, quién subrayó también la necesidad de que las chicas tengan referentes y por otra parte, a la hora de poner en marcha una empresa, contar con un grupo de inversores de apoyo. “En nuestros inicios en el Parque Tecnológico nos llamaban Las del ADN. No teníamos ninguna experiencia empresarial, pero sí mucha ilusión y ganas de salir adelante. Todas éramos mujeres y llegamos a puestos directivos con mucho esfuerzo y sacrificio, pero sobre todo con grandes dosis de pasión; te tiene que gustar lo que haces. Nuestra lucha debe de centrarse en la educación desde la escuela; desde los primeros estadios de la educación; queda mucho camino por recorrer tanto en las familias como en las escuelas para que las niñas se aficionen y entren con naturalidad en los estudios tecnológicos. Hoy las empresas son las personas. En nuestro sector, el 70% somos mujeres que aportamos un valor añadido, pero todavía falta mucho para sentarnos donde se toman las decisiones importantes”, reconoció la bióloga de Genomics.
“chicas raras” Covadonga Herrero, directora de Deusto Sistemas, reflexionó sobre la valentía necesaria para estudiar Informática cuando ella lo hizo, ya que fue la primera promoción en la Universidad de Deusto en 1980. “Entonces éramos gente rara estudiando una licenciatura en Informática-Gestión que no tenía mucho prestigio. Fuimos muy atrevidas porque no sabíamos cuál iba a ser nuestro futuro laboral”, explicó Covadonga que coincidió con el resto de sus compañeras en la necesidad de un cambio educativo para que las chicas de 12 a 16 años elijan carreras técnicas, porque “las mujeres no estamos en carreras de poder: en ingenierías, informáticas han abandonado el barco. Es una pena porque tenemos buenas habilidades”.
Isabel García, directora de producción en Bizitek, se refirió a que más allá del título -ella proviene de la Formación Profesional-, el motor que mueve el mercado laboral hoy, y en el futuro lo impulsará con más fuerza aún, son las competencias, por lo que la pasión por aprender toda la vida y el saber hacer son lo que debemos transmitir a las futuras generaciones.
“El cerebro humano no depende de un título, sino de la capacidad de solucionar problemas. El pacto más importante para las mujeres es el aprender permanentemente”, concluyó Isabel García.
7.200 empresarias. En Bizkaia hay 7.200 mujeres que ejercen como empresarias.
Facturación. Gestionan 4.500 millones de euros.
Empleos. Su trabajo genera 48.000 empleos directos (56%).
DATOS D
Según el Eustat, en la Comunidad Autónoma Vasca, en 2014 existían 2.469 empresas dedicadas a las TICS. Éstas generan 18.535 empleos y 12.030 puestos de investigación siendo la presencia de mujeres sólo de un 35% en ambos casos.
Según Woman active in ICT, Comisión Europea, solo un 20% de las mujeres ocupan puestos de alta dirección en las empresas de telecomunicación.
Seis personas de las cien más relevantes del sector son mujeres. El Foro Económico Mundial dice que solo el 6% de los CEO de la industria tecnológica son féminas.