VITORIA - Casi la práctica totalidad de las empresas que desarrollaban su actividad en Euskadi a comienzos de 2017, un 97,6%, tenían su sede en territorio vasco según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Vasco de Estadística Eustat. Este altísimo porcentaje refleja que recientes compras de compañías vascas por parte de firmas externas o la adquisición de una importante parte de su capital no es un hecho generalizado entre el tejido productivo de la CAV.
El análisis de cómo está estructurado este entramado empresarial en Euskadi a inicios del presente ejercicio cifra en 158.086 el número de empresas que opera en la CAV, de las que tan solo 3.785 tienen su sede en el resto del Estado. Algunas de ellas, además, disponen de más de un establecimiento en tierras vascas, puesto que la cantidad de ellos es superior, de 175.393 locales con actividad empresarial.
Una de las prioridades de las instituciones vascas en el ámbito económico es promover que todos los negocios implantados en Euskadi mantengan sus centros de decisión en el territorio, y para cumplir este reto han diseñado diversas iniciativas como fomentar la participación de los trabajadores en el capital de la empresa o facilitar el proceso de sucesión en los negocios familiares, entre otras medidas.
Casos como el de Arcelor Mittal, multinacional angloindia que cerró su fábrica de Zumarraga para producir en otras zonas geográficas con menos costes, despertaron cierta alarma sobre la necesidad de enraizar a la empresa vasca, pero la realidad mostrada ayer por el Eustat manifiesta que la mayor parte del entramado empresarial de Euskadi se asienta en este territorio.
La radiografía ofrecida ayer por el Instituto Vasco de Estadística respecto a Araba cifra en 21.462 las empresas del territorio, lo que representa el 13,6% del total. La cifra de establecimientos es algo superior y se sitúa en 24.870, con un leve aumento del 0,4% respecto al ejercicio anterior de 2016.
Por sectores, el de Comercio, Transporte y Hostelería es el que mayor número de establecimientos concentra, muy relacionado con el tipo de actividad que por un lado no requiere, en general, de grandes infraestructuras para ofrecer sus servicios, y por otro es uno de los segmentos con mayor peso en la economía alavesa junto con la industria.
En el lado contrario, Eustat señala que las actividades inmobiliarias son las que presentan el menor número de establecimientos, 212, aunque esta cantidad apenas ha variado cinco décimas entre este año y el pasado, lo que significaría que se mantiene el ritmo de actividad en este segmento.
dimensión En el conjunto de la CAV, la información aportada por el Eustat viene a confirmar la tendencia que se ha asentado en el conjunto empresarial vasco y que apunta a un territorio donde la pyme es la absoluta protagonista, con aparición de nuevos negocios que apuestan por pequeñas dimensiones.
Así, tres de cada cuatro firmas vascas tienen menos de tres personas empleadas, un porcentaje muy elevado que, sin embargo, se reduce significativamente si atendemos a su capacidad de generar empleo. Este importante volumen de empresas en la CAV tan solo emplean al 18,3% del total de trabajadores, debido precisamente a desempeñar una actividad que no requiere de grandes plantillas.
En el lado opuesto se sitúan las grandes compañías, aquellas que tienen medio centenar o más de personas asalariadas que, a pesar de ser tan solo 2.385 y representar un pequeño 1,4% del conjunto del tejido productivo vasco, son responsables de dar trabajo al 39,9% del total del colectivo laboral en Euskadi. En términos generales, la empresa vasca emplea a cinco personas.
Otro de los aspectos que surgen en el estudio del Instituto Vasco de Estadística a la cantidad de firmas que se cierran y a las que se abren y, en este sentido, el sector del Comercio, Transporte y Hostelería vuelve a situarse como el que mayor rotación registra, seguido de las actividades profesionales y auxiliares junto con la construcción.
Respecto a la personalidad jurídica, aquellas creadas por personas físicas se presentan como las más dinámicas, puesto que representan el 65,2% de las altas registradas pero también el 66,3% de las bajas. Este movimiento no impide, en cambio, que el número de empresas existentes en 2016 sea muy similar al que se registra en 2017.