BALMASEDA - La empresa familiar en el País Vasco tiene problemas de sucesión y de relevo generacional porque “hay poca gente joven dispuesta a jugársela, a ser empresario, algo que implica luchar y sufrir”, resaltó ayer José Javier Arteche, hasta hace escasas fechas presidente del Grupo Arteche, una de las compañías vascas más importante del sector eléctrico, para el que hoy en día “falta ilusión para ser empresario”. Arteche intervino en la séptima edición de la iniciativa Desayunos Enkarterri, foro que reúne a empresarios y representantes institucionales de la comarca vizcaina de Las Encartaciones, en un encuentro bajo el título Empresas con apellido: Gestión, Estrategias, Gobierno Corporativo y Profesionalización de las empresas familiares que se desarrolló en el Hotel Convento San Roque de Balmaseda.
En una mesa en la que intervinieron también representantes de las empresas Talleres Mecánicos Sopuerta, Layfil, Frío Industrial Freire, así como Elkargi Consulting, se debatió la importancia de profesionalizar las empresas familiares así como de fijar una estrategia de futuro.
Según el último estudio del Instituto de la Empresa Familiar, este tipo de compañías representa el 84,4% de las empresas de Euskadi, supone el 42,5% del Valor Añadido Bruto y genera el 61,7% de los empleos del sector privado en la economía vasca.
José Javier Arteche destacó la importancia de preparar con tiempo el relevo generacional, fijando un protocolo claro y separando propiedad y gestión. Además de crear un consejo de administración profesional. El empresario vasco señaló que en su compañía ya está al frente la tercera generación pero recordó que para un familiar pueda acceder a trabajar en la empresa se fijaron unas exigencias importantes relativas a titulación, experiencia en empresas ajenas a la familia etc. - X. Aja