Madrid - Los dos países con mayor esperanza de vida del mundo, Japón y España, serán los que tengan más personas mayores de 65 años de edad en relación al total de su población en el horizonte de 2050. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el país asiático, de cada cien habitantes, 77,8 tendrán más de la edad habitual de jubilación establecida en torno a los 65 años, mientras que en España el número de teóricos pensionistas sería de 77,5 por cada 100 habitantes.

LaOCDE advirtió a España de la complejidad a la que se enfrentará en el futuro para la sostenibilidad del sistema público de pensiones debido al envejecimiento de la población y a la baja tasa de natalidad, ya que apunta a que el país tendrá en 2050 la segunda mayor tasa de dependencia del mundo, solo superada por Japón.

El último informe sobre el sistema de pensiones publicado por el organismo internacional incluye un apartado específico sobre España, donde señala que, a pesar de la “importante” reforma del sistema realizada en 2013, existen aún enormes limitaciones, como la edad media de salida del mercado laboral, que se estancó en 2013, o la falta de incentivos para prolongar la vida laboral tras la jubilación.

En concreto, en los próximos 32 años, cuando la generación nacida en la década de los años noventa esté próxima a la jubilación, observará cómo 77,5 de cada 100 habitantes serán pensionistas, frente al 30,6% de 2015 o el 19% de hace 40 años. Esta ratio solo será superada “ligeramente” por Japón, que en 2050 contará con 77,8 personas mayores de 65 años por cada 100 habitantes.

En ambos casos, se situarán muy por encima de la media de la OCDE, donde el 53,2% de la población tendrá más de 65 años en 2050, o del conjunto de la Unión Europea que, según cálculos del organismo, se situará en el 56%, en detrimento del 44% restante que tendrá entre 20 y 64 años.

De igual modo, la institución presidida por el mexicano Angel Gurría asevera que la tasa de sustitución neta -pensión que se recibe como porcentaje del último salario percibido- en España es demasiado alto, ya que se sitúa en el 82%, frente al 63% de la media de los países de la OCDE.

“El envejecimiento de la población, que se acelerará a un ritmo muy rápido en España, presiona sobre la sostenibilidad financiera y la adecuación de los ingresos de los sistemas de pensiones”, afirma la organización que agrupa a 35 países de todo el mundo. En este sentido, la OCDE apunta al factor de sostenibilidad que entrará en vigor en 2019 y que vinculará la pensión inicial de los jubilados a la esperanza de vida desde los 67 años en el momento de jubilarse. - E. P.