BILBAO - La industria vasca de componentes de automoción es hoy la joya de la corona del sector industrial de Euskadi. Con empresas de primer nivel mundial como Gestamp o CIE Automotive a la cabeza, el sector afronta unos años magníficos, con récord de resultados y facturación, pero “lo que hemos hecho hasta ahora no sirve para el futuro”, recuerda Oskar Goitia, vicepresidente Internacional de la Corporación Mondragon y representante de la división de Automoción en el cluster vasco del sector, Acicae. Y no sirve porque el futuro del automóvil pasa por su electrificación y su automatización. Y ello es todo un reto para la industria vasca del sector, cuyo peso en elementos como motores eléctricos, baterías o software, claves en el coche del futuro, es, hoy por hoy, muy inferior al que tiene en chasis, suspensiones o motores de combustión.

El cambio hacia un coche eléctrico, conectado e, incluso, autónomo, aunque no será tan rápido como algunos auguraban, sí está en marcha. Los últimos informes señalan que el número de coches eléctricos en el mundo se multiplicará por cinco en el horizonte de 2025 y los vehículos conectados a Internet serán ya una cuarta parte en cinco años en el mercado español, según los concesionarios de Faconauto. Entre enero y octubre se han vendido en la CAV 1.647 coches híbridos y 109 eléctricos. En términos absolutos apenas son el 5% del total, pero su crecimiento es del 68% en el primer caso y del 541%, en el segundo.

El parque automovilístico del Estado español contará con casi 24 millones de coches al cierre de 2021, de los cuales seis millones de vehículos, una cuarta parte, serán conectados, según estimaciones de Faconauto. La citada organización empresarial considera que habrá un punto de inflexión sobre el coche conectado al finalizar la presente década, cuando la integración de Internet en los coches sea algo más habitual, lo que, entre otras cosas, propiciará la progresiva llegada de coches totalmente autónomos. La proliferación de coches conectados supondrá nuevos retos, no solo tecnológicos, sino también regulatorios, según Faconauto, incluidos los de la gestión y el acceso por parte de terceros de los datos que generen las unidades de control de esa nueva generación de vehículos.

La industria vasca de automoción agrupada en el cluster Acicae recuerda que el mercado mundial del automóvil lleva nueve años consecutivos de crecimiento y este año, se estima que se fabricarán 93 millones de coches. Esta favorable coyuntura del mercado ha sido aprovechada por las empresas vascas, que se han mostrado muy competitivas y han acompañado a los fabricantes en su expansión mundial.

El resultado, según señaló Oskar Goitia, en el transcurso de una jornada sobre la economía vasca organizada por APD y Deloitte en Bilbao días pasados, es que la industria vasca de automoción factura cerca de 17.000 millones de euros anuales, sin contar la factoría de Mercedes Benz Vitoria, emplea en Euskadi a más de 40.000 personas y representa más del 23% del PIB de la CAV.

Estas cifras están ligadas en gran parte a los sectores metal-mecánicos que perderán peso en el automóvil del futuro respecto a los citados elementos eléctricos y electrónicos.

Es por ello que la industria vasca de componentes de automoción, para mantener su destacada situación competitiva actual, tendrá que redoblar su esfuerzo en I+D+i -actualmente una media de 2,7% sobre facturación, aunque llega al 7% en los grandes grupos-, para subirse a las nuevas tecnologías, así como para acercarse a los nuevos mercados.

La amenaza de Asia La realidad muestra que de los 93 millones de coches que se producen en el mundo, en Europa solo se producen 22 millones frente a los 49 millones que salen de las fábricas en Asia. Por lo tanto acercarse aún más al mercado asiático será otro elemento clave para mantener la competitividad.

Otra cuestión a considerar en relación al coche eléctrico es que si se analizan las ventas de este año en todo el mundo, en los cinco primero puestos del ranking no hay ningún fabricante de automóviles europeo. Tesla (EEUU), BAIC (China), Nissan (Japón), ZD y ByD, también chinas, copan el top 5 mundial, antes de encontrar un fabricante europeo, Renault.

Y como bien recuerda la CE, en un elemento clave del futuro coche eléctrico, las baterías, los principales fabricantes también están en Asia. Si a eso se le suma el riesgo de que los gigantes de Internet y del software estadounidenses, los Google, Apple y compañía, entren en el mercado a través de los coches autónomos conectados, se entiende el tremendo reto que la industria vasca tiene por delante para no perder el tren de un sector, el ligado a la automoción, que representa casi la cuarta parte del PIB vasco.