Bilbao - El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, Txiki, tachó ayer de “profundamente antisociales” los presupuestos planteados por el Gobierno Vasco para 2018 y ha advertido de que sería “ilógico” que cualquier fuerza progresista de izquierda les dé su apoyo. El dirigente sindical, acompañado de Mikel Noval, responsable del área social del sindicato, presentó ayer el análisis que del proyecto de Cuentas hace ELA, que critica un “exiguo” crecimiento en las dotaciones presupuestarias, mientras que “cada vez se destina una parte menor de la riqueza a cubrir necesidades sociales crecientes”. “Probablemente sean los Presupuestos donde la aportación del sector público vasco a la economía vasca sea la menor de todos los años de la crisis”, sostuvo Txiki Muñoz.

Según ELA, sus datos “niegan la transparencia” de la que hace gala el Gobierno Vasco, al que acusa de hacer propaganda con mentiras sobre las Cuentas, y que los Presupuestos planteados sean “los más sociales de la historia” ya que mantienen “recortes” en prestaciones sociales y supone pérdida de peso de las partidas reservadas a educación y sanidad. El sindicato asegura que el peso del Gobierno Vasco en la economía se ha reducido mucho en los últimos años, de manera que la parte de la riqueza en términos de Producto Interior Bruto que se destina a sufragar las funciones propias del Gobierno Vasco ha pasado del 15% en 2009 al 12,8% del PIB en 2018.

Según precisa, descontado del proyecto presupuestario las partidas dedicadas al pago de la deuda y las correspondientes al adelanto de obras cuyo gasto debe revertir posteriormente (TAV y Variante Sur Ferroviaria), el Gobierno Vasco contará en 2018 con 9.978 millones de euros para sus departamentos, lo que supone un 12,8% del PIB, el mismo valor que en 2017. ELA sostiene que si el Gobierno Vasco destinase en 2018 la misma parte de la riqueza que destinaba en 2009 a sus departamentos, el presupuesto para todas estas materias debería ser 1.709 millones de euros más que lo que se va a destinar.

Según Txiki Muñoz, el origen del proyecto presupuestario está en “la maldita regla de gasto” aprobada en el Congreso y que “no habría salido si el PNV no la hubiera apoyado”. Explicó que esta regla de gasto supone “un atentado al autogobierno” y es “incompatible” con el mismo ya que “impide” que a pesar de aumentar la recaudación como ocurre en la actualidad “se pueda destinar más dinero a las necesidades sociales”. Ante ello, consideró que “lo lógico” sería que los Presupuestos “los aprobara el PP, el PSE y el PNV” y “lo ilógico que cualquier fuerza progresista se aproximara a unos Presupuestos de esa naturaleza a darles cualquier valor o apoyo”. A su juicio, la izquierda política debe explicar a los ciudadanos “en qué consisten estos presupuestos, cuál es su origen”, y evidenciar que “existen alternativas en políticas” y que “esas alternativas hay que llevarlas adelante”. Según un análisis más pormenorizado, ELA critica que el presupuesto destinado a sanidad pierde peso en la economía al pasar de representar un 5,2% en 2009 a un 4,9% en 2018, según sus datos, y que para educación se reservan 108 millones menos que en 2009. El sindicato también denuncia que se mantiene “el recorte del 7% que se viene aplicando desde 2012” en las prestaciones sociales”. - Efe