BILBAO - La oleada de 6.000 despidos que afectará a las plantas de Siemens Gamesa en todo el mundo “no tendrá impacto en Euskadi”. Ese es el mensaje que la compañía ha trasladado a las administraciones vascas en una fase muy inicial del proceso de reestructuración de su plantilla y sin que todavía se haya ni tan siquiera esbozado el reparto del ajuste en los 24 países en los que está presente la multinacional.
La dirección había convocado ayer una reunión por videoconferencia con los comités de empresa del Estado para informarles del plan, que habían conocido por la prensa. El encuentro fue finalmente suspendido para respetar los protocolos que establece la normativa europea en las compañías que tienen centros de trabajo en varios estados comunitarios y no está previsto retomar el contacto hasta la próxima semana.
Fuentes no oficiales han afirmado que el recorte en el Estado podría rondar los 500 empleos y que la plantilla de Nafarroa (1.800 trabajadores) se vería afectada en alguna medida. “No esperamos un gran impacto, pero en cualquier caso haremos lo posible por apoyarles”, afirmaron ayer desde el Gobierno navarro.
En el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, la compañía ya realizó una reestructuración de plantilla en 2012, cuando salieron algo más de 300 empleados. Sobre el papel la masa laboral está ajustada y por ello los despidos tendrían una “incidencia nula” en el País Vasco.
Fuentes de la administración vasca consultadas estiman que esa afirmación “podría ser muy optimista”, pero es un indicio de cuál va a ser la posición de la compañía con los centros de trabajo que tiene en Euskadi. Son tres instalaciones que dan empleo a en torno a 600 personas. En Zamudio está la sede de la compañía y uno de sus principales centros tecnológico, y en Asteasu y Mungia, dos fábricas de multiplicadoras, el engranaje del aerogenerador que permite aumentar la velocidad del movimiento de las aspas y sacar mayor rendimiento energético al aire.
Más allá de que la plantilla de la CAV pueda estar ya ajustada, lo cierto es que en Euskadi no se producen las duplicidades entre la estructura de Siemens y la de Gamesa que se intentan evitar con el plan de ajuste que se anunció el lunes. Otro argumento en favor de que la incidencia de los despidos sea cuando menos baja en los tres centros de trabajo de la comunidad vasca.
reunión con el gobierno vasco Tanto el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, como el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, afirmaron ayer por separado que el impacto será “mínimo” y que incluso podría ser “cero”. Es posible que hoy se conozcan más detalles en el transcurso de una reunión que mantendrá la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, con la dirección de la compañía.
La incertidumbre que ha generado el anuncio del plan de despidos, que afectará al 22% de sus 27.000 empleados en todo el mundo, tuvo un fuerte eco en Euskadi en forma de reacciones. El presidente de Confebask, Roberto Larrañaga, afirmó que “no es una buena noticia” que Siemens Gamesa pierda dinero y tenga que hacer un ajuste laboral, añadió que no preve que tenga “mucha trascendencia” en la CAV. A la espera de conocer el alcance real, los sindicatos mostraron ayer su oposición a cualquier recorte de plantilla. CCOO de Euskadi anunció que iniciará contactos con el resto de sindicatos para coordinar el comienzo de movilizaciones. “Se decide meter la tijera en un tiempo récord de seis meses [desde la fusión]. Atrás quedaron esos maravillosos augurios, ese barco que iba a llevarnos a ser una gran compañía”, lamentó Comisiones. .
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, recordó que su sindicato criticó la fusión de Gamesa con Siemens porque dejaba de ser una empresa vasca, pero que la consejera Arantxa Tapia la “aplaudió”. Por su parte, LAB exigió el mantenimiento del empleo en todas las plantas que el fabricante de aerogeneradores tiene en el País Vasco y Nafarroa y afirmó que no van a “aceptar ningún despido” en esas fábricas.