BILBAO - La empresa vasca fabricante de aerogeneradores Gamesa está sufriendo un duro revés en Bolsa tras el proceso de integración con la división eólica del grupo Siemens AG. La toma de control por parte de los alemanes, accionista mayoritario con un 59% del capital, ha propiciado la salida de los principales miembros, vascos, del anterior equipo directivo. Y coincidencia o no, la nueva Siemens Gamesa no está respondiendo a las expectativas de los inversores en estos primeros meses a la espera del plan estratégico que el nuevo equipo gestor está preparando para la compañía con sede en la localidad vasca de Zamudio (Bizkaia). De hecho las acciones de Siemens Gamesa cerraron el viernes a un precio de 11,275 euros lo que implica una caída de más del 38% en lo que va de año.

Los datos de Bolsa no engañan y de hecho el día que los accionistas de Gamesa aprobaron la fusión con la división eólica de Siemens, el 25 de octubre del pasado 2016, las acciones cotizaban a 21,53 euros. Dato que contrasta con los citados 11,27 euros con que ha cerrado esta semana.

De hecho en los últimos tres meses, Siemens Gamesa ha recortado dos veces sus previsiones de resultados para el ejercicio. Y tras los correspondientes profit warning la caída del valor en Bolsa ha sido una realidad que preocupa a sus principales accionistas, tanto a Siemens como a Iberdrola, dueña de un 8% de la compañía y uno de sus principales clientes.

Y la situación no tiene visos de mejorar tras anunciar Siemens Gamesa este último viernes que retrasa la presentación del plan estratégico, prevista para el 15 de noviembre, hasta el mes de febrero del próximo año 2018. Aunque la compañía presentará los resultados correspondientes al cuarto trimestre de su año fiscal el próximo 6 de noviembre, ha pospuesto el denominado Capital Markets Day, en el que iba a dar a conocer su estrategia para los próximos meses.

Con la presentación de la nueva Siemens Gamesa se realizaron unos planteamientos de resultados que no se han cumplido. De hecho el pasado 13 de octubre el fabricante de aerogeneradores rebajó su previsión de ebit (beneficio neto de explotación) subyacente (antes de la asignación del precio de compra) del ejercicio cerrado el pasado 30 de septiembre, -recuérdese que ahora el ejercicio de Gamesa no coincide con el año natural-, que pasa de 900 millones de euros a unos 790 millones. En la misma línea de reducción de resultados, Siemens Gamesa espera ahora poder generar un margen de ebit del 7%, frente al 8% que preveía en junio, según la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

revisión a la baja La compañía vasco-alemana del sector eólico justifica esta revisión a la baja en las evaluaciones periódicas del valor contable de diversos activos en inventario de filiales de Siemens Gamesa en países como EEUU y Sudáfrica.

Según la empresa, las actuales circunstancias de mercado eólico mundial y la presión a la baja de los precios han desembocado en la reducción de esos inventarios.

Aunque Siemens Gamesa confirma que sigue haciendo progresos “significativos” en el proceso de integración y en la consecución de las sinergias anunciadas (230 millones de euros, como mínimo), los inversores no están muy satisfechos y el resultado se ve en el día a día bursátil... y en los constantes cambios en el equipo directivo. Tras un primer ajuste tras la integración con Gamesa, está última semana, Siemens ha vuelto a mover buena parte de la estructura por debajo del consejero delegado Markus Tacke.

Siemens Gamesa, nombre que veremos si se mantiene, en el horizonte del próximo plan estratégico anunció esta semana tres nuevos nombramientos con el objetivo de “fortalecer la nueva compañía y reforzar el equipo directivo de cara a la implementación de la nueva estrategia”.

Uno de los principales cambios es el del responsable del negocio off-shore, una de las dos grandes patas de la compañía y la que controlaban los alemanes. Ha sido designado Andreas Nauen, como nuevo CEO del negocio de eólica marina desde el próximo 1 de noviembre. También es nuevo el director financiero. En este caso, el nuevo responsable será español, Miguel Ángel López, que tomará el control de las cuentas.