bilbao - ELA y LAB comparecieron ayer para denunciar la impugnación por parte de CCOO y UGT del acuerdo que blinda los convenios vascos de hostelería, un movimiento que según las centrales abertzales puede suponer rebajas de sueldo del 50% en el sector. El enfrentamiento, que comenzará a resolverse en los tribunales el martes, va más allá de una disputa entre sindicatos y puede empezar a aclarar cosas dentro del nuevo modelo de negociación colectiva que han dibujado las últimas reformas. De momento, esta primera pugna judicial entre el ámbito laboral vasco y el estatal establece curiosos compañeros de viaje. ELA y LAB defenderán el acuerdo junto a la Federación de Hostelería del País Vasco y junto a Confebask, con la que los dos sindicatos mantienen una relación más que tirante en los últimos años.
“Estas cosas no suelen pasar en nuestro país y pensamos que deberían pasar más”, señaló ayer el responsable sectorial de LAB, Saúl Arangibel, sobre la concurrencia en este envite de su sindicato y de ELA con la patronal vasca. Las dos centrales sindicales dieron así a entender que valoran el que la organización empresarial de la CAV se haya posicionado abiertamente en defensa del blindaje de la hostelería vasca y que verían con buenos ojos el poder reeditar un bloque similar en posibles futuros conflictos entre convenios. “Lo que nos jugamos en este juicio tiene una importancia estratégica”, agregó el propio Arangibel.
La patronal es cauta. Confebask mantiene que el acuerdo que firmó junto a la federación sectorial y ELA y LAB para blindar la hostelería vasca es positivo, pero prefiere no ir más allá. “No se puede hablar de bandos ni nada de eso”, indicó ayer Virginia Múgica, firmante del acuerdo vasco de hostelería por parte de Confebask. Cuestionada por la posibilidad de que el choque entre ámbitos territoriales pueda reproducirse en otros sectores, apunta que “cada convenio es un mundo” y que habrá que analizar jurídicamente la realidad de cada acuerdo.
El convenio estatal de Restauración, que entraría a regular las condiciones de las trabajadoras vascas de colectividades -comedores de colegios y hospitales privados-, recoge lo siguiente: “El presente convenio será de aplicación en todo el territorio del Estado, con independencia de que se hallen o no cubiertos los ámbitos de negociación territorial (...) previéndose las reglas de aplicación que correspondan en caso de concurrencia con el fin de garantizar la vocación estatal, sin exclusión de ningún territorio de su ámbito de aplicación”.
Este convenio bebe del acuerdo marco de hostelería (ALEH), que dice algo similar: “Las materias contenidas en el presente acuerdo quedan reservadas al ámbito estatal sectorial, salvo que la comisión negociadora establezca lo contrario”. Entre estas materias no están salario y jornada, pero sí la clasificación profesional, la promoción o el periodo de prueba. El ALEH reconoce los convenios autonómicos y provinciales “actualmente vigentes, por lo que no se podrán crear nuevos ámbitos salvo acuerdo en la comisión paritaria del presente acuerdo”.
El choque de trenes se ha producido en la hostelería, pero hay otros sectores en los que el paraguas estatal se reserva materias frente al ámbito autonómico con apoyo en la reforma del Gobierno de Zapatero. El propio acuerdo interprofesional de enero, firmado por Confebask y los cuatro sindicatos, podría generar dudas jurídicas al poner en entredicho esa prevalencia del ámbito estatal.
“No se puede hacer un análisis de brocha gorda. Aquí hay una duda jurídica que es la que les ha surgido a CCOO y UGT y por eso han decidido impugnar”, dice Múgica, partidaria de afrontar el movimiento de los sindicatos de ámbito estatal “con naturalidad”. “Siempre hemos estado por preservar el ámbito vasco y nos reafirmamos en que el acuerdo de la hostelería es un buen acuerdo. Eso nos lleva a una posición procesal común con ELA y LAB. En el juicio haremos una defensa coordinada, claro, como es la práctica procesal lógica”, señala la portavoz de Confebask.
La patronal vasca resta importancia al hecho de poder verse en una posición contraria a la de otras organizaciones sectoriales situadas dentro de CEOE, que aunque no han denunciado el acuerdo vasco de forma directa sí han manifestado interés por poder aplicar la regulación estatal. “Este es un asunto sectorial y se resuelve en relación a los firmantes. La CEOE no viene al caso”, zanja Múgica.
“prebendas” para CCOO y UGT ELA y LAB fueron contundentes al criticar la impugnación de CCOO y UGT, a los que acusan de “aliarse con la patronal española” y “empobrecer” a los trabajadores para “alcanzar el monopolio sindical vía ley”. Además, criticaron que con la firma de convenios estatales CCOO y UGT logran “prebendas” y financiación en forma de “liberados sindicales”.
“La reforma de Zapatero que permite la estatalización fue acordada con CCOO y UGT, porque comparten el modelo. No hubiera salido adelante si el PNV hubiera votado en contra”, señaló el líder de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, que pidió al Gobierno Vasco que disuelva la mesa de diálogo social y defienda el marco vasco de negociación colectiva.