ARRASATE. Los comités de empresa de Edesa Industrial y Geyser han ofrecido hoy una rueda de prensa en Arrasate en la que han explicado que el futuro de los 160 puestos de trabajo que continuarán vinculados al proyecto es "incierto" ya que dependen también de la llegada de nuevos inversores.

Los representantes de los trabajadores esperaban conocer esta misma mañana los nombres de los 145 despedidos, aunque la reunión que tenían previsto celebrar con la dirección se ha prolongado más de lo esperado y calculan que terminará ya por la tarde.

El presidente del comité de empresa de Edesa Industrial, Ricardo Pérez, ha explicado que desconocen a qué plantas pertenecen los despedidos ya que lo único que les han comunicado es que la dirección no quiere costear los despidos de trabajadores de más de 55 años que, en principio, se quedarían en la compañía, ni prescindir de empleados "polivalentes" que dominen varios puestos.

La dirección de la compañía no ha variado su postura de cerrar la planta de Garagartza y limitar la producción a ollas, calentadores y termos en las fábricas de Basauri (Bizkaia) y Eskoriatza (Gipuzkoa).

Los trabajadores lamentan que la empresa opte por dejar de hacer los productos de mayor valor añadido ya que "la producción de lavadoras desaparece" y la de "hornos y placas está en el aire", ha recordado Ricardo Pérez.

Los comités de Edesa Industrial y Geyser han dejado claro en un comunicado conjunto que no aceptarán los despidos y que creen posible un acuerdo para asegurar un mayor volumen de empleo con prejubilaciones, salidas voluntarias y un proyecto industrial.

Han anunciado que barajan la posibilidad de "impugnar" el ERE de extinción y pedir su nulidad ya que el "proceso ha estado lleno de irregularidades" lo que, según han indicado fuentes sindicales, podría incrementar las indemnizaciones que perciban los empleados afectados por esta medida.

Los trabajadores han vuelto a reclamar a "la dirección, a Fagor Sociedad Cooperativa y al Gobierno Vasco que tomen la iniciativa", eviten estas salidas y "trabajen por el futuro del proyecto" ya que, según defiende, aún "están a tiempo".

La entrada de la empresa en concurso de acreedores el próximo día 30 parece inevitable, aunque los trabajadores confían en la entrada de nuevos inversores que refloten al menos parte del proyecto ya que, según aseguran, hay negociaciones en marcha y parecen "viables".