Donostia - La dirección de Edesa Industrial, la empresa heredera de la antigua Fagor Electrodomésticos, pidió ayer “a todas las partes” que “entiendan y compartan” la necesidad de “adaptarse a la nueva realidad” y acometer una reestructuración para “continuar con la actividad industrial en el País Vasco”.

La dirección retomó el pasado lunes las reuniones con el comité de empresa para discutir sus planes, que consisten en cerrar la emblemática planta de Garagartza, en Arrasate, y reducir a menos de la mitad la plantilla de 350 trabajadores.

Según informó ayer la compañía en un comunicado, el próximo lunes la asamblea de trabajadores “deliberará sobre el plan de viabilidad” y el martes el comité volverá a reunirse con la dirección de la compañía, que pertenece al grupo catalán CNA.

El grupo informó a principios de mes de que había suscrito un contrato con las entidades financieras para avanzar en la reestructuración, en virtud del cual el Grupo CNA asume “gran parte” de la deuda bancaria de Edesa, tal y como se establecía en el plan de viabilidad presentado en julio.

“La compañía confía en que las partes entiendan y compartan la necesidad de adaptar la nueva realidad que es indispensable abordar para mantener la viabilidad, el empleo, la producción, la marca y sea posible continuar con la actividad industrial en el País Vasco”, concluyó Edesa.

Edesa Industrial contempla, además de las medidas ya citadas, reducir la producción a termos, calentadores y ollas, cesando la de hornos y lavadoras; por su parte, el Comité le ha venido reclamando un plan de viabilidad y el mantenimiento del empleo. - Efe