Bilbao - La lista de posibles interesados en comprar CEL sigue aumentando. Un nuevo candidato visitará esta mañana las plantas del grupo papelero en Zalla, Güeñes y Artziniega para conocer las instalaciones y los números de la compañía y, presentar en su caso una oferta. Será el tercer aspirante y a estas alturas del proceso el administrador concursal confía en tener en su mesa varias posibilidades para estudiarlas y buscar una salida que garantice la continuidad de CEL.

Como ha ocurrido con los otros dos candidatos no ha trascendido el nombre de la compañía interesada. Algunas fuentes consultadas apuntan a que podría tratarse de una empresa portuguesa, pero no hay confirmación oficial al respecto. El administrador ya ha trasladado a la plantilla que solo ampliará la información sobre los posibles compradores cuando haya propuestas concretas sobre la mesa y no es el caso.

Sí ha cambiado no obstante su proceder a la hora de comunicar al comité de empresa los avances. El segundo candidato, del que se desconoce si va a presentar una oferta, visitó las fábricas la semana pasada y los trabajadores advirtieron su presencia. El administrador concursal confirmó después que se trataba de un posible comprador. En esta ocasión ha optado por informar antes de la visita y además ha mostrado su confianza en que en septiembre habrá varias vías para reflotar el grupo papelero vizcaíno.

Habrá que esperar hasta entonces y todo apunta a que los inversores chilenos darán el primer paso en ese sentido el próximo 4 de septiembre, cuando se han citado con el administrador. Se espera que ese día se conozcan los detalles de su oferta. Se trata de la opción más avanzada. Responsables del grupo chileno se han reunido con el administrador concursal y con el comité de empresa. También han mantenido encuentros con el Gobierno Vasco y la Diputación vizcaína para conocer los mecanismos de ayuda a los que acogerse y, en general, el respaldo que le puede dispensar la administración vasca.

los plazos Además se confía en que su movimiento sea respondido por las otras dos novias con las que cuenta CEL en estos momento y no se descarta que se sumen nuevos candidatos a la carrera. Los hubo al principio -un grupo catalán fue descartado por que no estaba interesado en quedarse con toda la compañía- y podría volver a haberlos. La papelera vizcaína genera interés y sobre el papel hay margen suficiente para valorar y negociar ofertas de compra.

Los plazos los marca los tiempos que se manejan en el expediente de regulación de empleo presentado en julio para despedir a la práctica totalidad de la plantilla, solo se salvarían una veintena de trabajadores de la planta de Artziniega. En principio, no será hasta septiembre cuando se inicie el periodo de negociación del ERE, un trámite que establece la Ley pero que en este caso no parece tener ningún recorrido. Los actuales propietarios han decidido cerrar las fábricas y no están dispuestos a valorar otras opciones.

Aunque el ERE y la venta son cuestiones que siguen cauces paralelos y no están relacionadas directamente, lo más lógico sería esperar a conocer las intenciones del grupo chileno antes de iniciar las reuniones con el comité. Incluso podría darse el caso de que se decida no iniciar los contactos si el lunes 4 de septiembre se vislumbra una salida tras la reunión entre el administrador y los candidatos mejor colocados para la compra.

El panorama más favorable para los trabajadores pasa por que, además, en ese momento haya noticias positivas sobre los otros interesados, que al menos hayan mostrado su disposición a presentar una oferta. A partir de ahí, será el administrador concursal el que decida cual es la opción más beneficiosa para los acreedores y los trabajadores.

“Seguimos los acontecimientos con incertidumbre, porque no hay nada, todavía no se ha concretado ninguna oferta, pero tenemos esperanza porque vemos que hay posibilidades. Se va abriendo camino para posibles vías de solución”, manifestaron fuentes del comité.

Las próximas semanas serán clave para una plantilla que inició en junio movilizaciones tras la salida de los accionistas mayoritarios del grupo CEL, el Gobierno Vasco y la compañía Indarkia. La dirección solicitó preconcurso de acreedores a finales de mayo y pidió a los trabajadores que asumieran una rebaja salarial del 20% como única opción de reflotar la compañía.