Barcelona - El beneficio del Grupo CaixaBank ha aumentado un 31,6% en el primer semestre del año, hasta 839 millones de euros, impulsado por la integración, el pasado febrero, del banco portugués BPI, que ha contribuido con 77 millones a este resultado, y la mejora de los ingresos financieros. Hasta junio, el grupo ha logrado un margen bruto de 4.280 millones, un 5,7% más, gracias a la consolidación de BPI y a la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario, como las comisiones, que han crecido casi un 24%, hasta 1.252 millones, o el margen de intereses, que se ha situado en 2.349 millones, un aumento del 15%, en un contexto de interés en mínimos.

El margen de explotación ha caído en este período un 4,4%, hasta los 1.958 millones, según los resultados remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Y es que la evolución de los gastos de administración y amortización recurrentes, con un total de 2.216 millones, un 10,7 % más, reflejan la incorporación de BPI, con unos costes de reestructuración por importe de 106 millones en 2017, 96 de ellos en el segundo trimestre.

A cierre de junio, CaixaBank sumaba unos activos bajo gestión de 85.590 millones de euros, un 4,5% más, destacando el incremento del patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs, que alcanzaba los 59.461 millones (+,49,%), así como la evolución positiva de los planes de pensiones, con 26.129 millones (+3,6 %). La ratio de morosidad del Grupo CaixaBank se ha situado en este primer semestre en el 6,5%, dos décimas menos que hace un año. - Efe