donostia - La decisión de la cúpula de Fagor CNA Group de presentar un preconcurso de acreedores ha cogido por sorpresa a sus trabajadores, que ayer solo acertaban a expresar “confusión” al haber conocido esta medida, al igual que las instituciones, a través de los medios de comunicación y, además, en fin de semana.

Fuentes del comité de empresa de LAB, donde este sindicato tiene seis representantes y los otros tres restantes pertenecen a ELA, señalaron a este diario que la dirección de Fagor CNA Group les comunicó oficialmente ayer por la mañana la presentación de este preconcurso de acreedores.

Según las mismas fuentes, la firma no ofreció grandes detalles de sus intenciones más allá de explicarles que la razón de proceder a aplicar esta medida responde a su interés por “protegerse y manejar los ritmos” de un proceso cuyo objetivo es financiar los cien millones de euros de deuda que tienen.

A diferencia de un concurso de acreedores, el preconcurso permite tener más tiempo de negociación, hasta los cuatro meses, al mismo tiempo que evita la entrada de un administrador concursal, por lo que es la dirección del grupo empresarial la que puede moverse sin las ataduras de un seguimiento por parte de una parte ajena a la empresa.

Entre los trabajadores reinaba ayer la “confusión” dado que la noticia ha llegado “en fin de semana”, por lo que será en los próximos días cuando se estudien medidas de respuesta. Según las fuentes de LAB, el comité de empresa ya conocía que Fagor CNA Group trabajaba en la reestructuración de la deuda financiera y que “iba a haber movimientos en julio”. Pero en ningún momento se les planteó una medida tan drástica como la presentación de un preconcurso de acreedores en un estilo que, según criticó el sindicato abertzale, “tiene una difícil comprensión”.

“La empresa necesita financiación”, admitieron las fuentes, pero también añadieron que la forma de intentar conseguirla tiene que pasar por la elaboración de un plan de viabilidad riguroso que garantice su continuidad.

Actualmente, Fagor CNA Group tiene tres plantas, las guipuzcoanas de Arrasate y Eskoriatza y la vizcaína de Basauri. En ellas trabaja una plantilla conformada por alrededor de 350 personas, después de que entre julio y diciembre de 2016 se procediera al despido de 60 trabajadores. Según indicó el presidente del comité de empresa, Ricardo Pérez, a Efe, desde octubre del pasado año, cuando se aplicó un ERE a las líneas blancas, estas plantas vienen “arrastrando tensiones de tesorería” que, no obstante, no les hacía pensar en un preconcurso.

Los dos sindicatos con representación en el comité de empresa, LAB y ELA, también emitieron sendos comunicados en los que coincidieron en asegurar que Fagor CNA Group tiene futuro si se aplica un plan de viabilidad. LAB advirtió de que un preconcurso “no siempre acaba en liquidación”, para añadir que el futuro de las plantas vascas es posible con “la llegada de un inversor industrial, concretamente del sector”.

Esta central sindical criticó la actuación del equipo directivo de la compañía, al que acusó de “dar la espalda al proyecto inicial” y de “falta de inversión, decisiones erróneas de la dirección, estrategias de venta fallidas y actuaciones en beneficio de otras sociedades del grupo” catalán.

Por su parte, ELA aseguró que el futuro de las plantas de Fagor CNA Group “pasa por un proyecto industrial serio, realista y transparente” que dé un giro a una situación que, “desde que CNA se hizo con la adjudicación y con la complicidad de la propia cooperativa (en referencia a la Corporación Mondragon) y del Gobierno de Gasteiz, el proyecto de Fagor CNA se ha basado en previsiones y promesas sistemáticamente incumplidas”.

ELA mostró su preocupación por que “el proyecto naciera condenado” y aseguró que luchará por los puestos de trabajo.