madrid - La tasa de paro en el Estado español es del 18,75%, según el INE. Esa es la cifra oficial, pero incluso el Banco de España reconoce que está maquillada. La reforma laboral y los nuevos estímulos a la contratación que ha puesto en marcha el PP han servido para reactivar el mercado de trabajo, pero a base de empleo precario. Según los cálculos del Banco de España, si se contabilizasen como paradas a las personas que quieren trabajar a tiempo completo pero lo hacen a media jornada porque no encuentran nada mejor -los subempleados-, la tasa de paro sería del 30%, once puntos más que la cifra oficial.

El empleo parcial ha sido uno de los sostenes de la contratación en los últimos años, sobre todo en la primera fase de la recuperación. El porcentaje de trabajadores en el Estado español con este tipo de jornada ha pasado del 14% en 2012 al 15,6% en el inicio de este año, aunque si se compara con el comienzo de la crisis en 2008 el incremento es de casi cuatro puntos -del 11,8% al 15,6%-, según el INE. En números absolutos, el mercado de trabajo español ha ganado en estos diez años 450.000 trabajadores a media jornada, mientras que ha perdido 2,6 millones de puestos de trabajo a jornada completa.

A esta escalada hay que añadir que la mayor parte de los trabajadores parciales, en torno al 60%, lo hacen en esas condiciones porque no les queda más remedio. Es decir, no lo hacen porque quieran disponer de más tiempo para dedicar a la familia, al estudio o al ocio, sino que desearían trabajar más horas pero solo encuentran un empleo a media jornada. Según Eurostat, España es el tercer país europeo con la tasa de subempleo -empleo parcial no deseado- más alta, solo superado por Chipre y Grecia, donde este índice ronda el 70%.

Teniendo en cuenta este tipo de cambios producidos en el mundo del trabajo durante la crisis, el Banco de España ha incluido en su último informe trimestral nuevas formas de calcular la tasa de desempleo. Al criterio habitual -el INE considera paradas a las personas que al ser entrevistadas dicen que desean trabajar, están disponibles para ello y han buscado trabajo en el último mes-, el informe añade otros factores como el efecto desánimo, es decir, se tienen en cuenta aquellas personas que no buscan trabajo porque piensan que no lo van a encontrar, o el subempleo.

Es este último elemento el que produce variaciones más significativas en la tasa de paro, señala la institución que dirige Luis María Linde. Así, la tasa de paro incluyendo el subempleo sería del 30%, casi 11 puntos por encima de la oficial, aunque ha llegado a situarse entre el 36 y el 37% en 2013 y 2014, quedando entonces unos 12 puntos por encima de la tasa del INE. La bajada del paro incluyendo a los subempleados, en comparación con los máximos alcanzados a principios de 2013, es algo más reducida que en el caso de la cifra oficial.

Entre las causas que explican que el paro se dispare si se incluye a los subempleados, el Banco de España recuerda que el empleo parcial forzoso prácticamente se ha duplicado desde los años anteriores a la crisis económica. En este sentido, señala que muchos trabajadores que antes trabajaban a media jornada de forma voluntaria ahora desean hacerlo más horas pero no pueden. “Parte del aumento del volumen de trabajo a tiempo parcial se habría convertido en permanente en el mercado laboral español”, señala el informe del Banco de España, que asume que las reformas tienen parte de la responsabilidad. En concreto, se recuerda que en el año 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy abrió la puerta a que los trabajadores contratados a tiempo parcial hicieran horas extra, lo que hace que esta modalidad sea mucho más atractiva para el empresario, y que en 2013 se introdujo aun más flexibilidad en estos contratos, fomentando todavía más su demanda por parte de las empresas.

Todo esto ha hecho que quien sufre un contrato por horas tenga mucho más complicado acceder a la jornada completa. El Banco de España observa una “acusada reducción” de la probabilidad de pasar a un empleo a tiempo completo desde un empleo a tiempo parcial involuntario, así como entre los inactivos desanimados -incluyendo el efecto desánimo el paro en España aumentaría en torno a un punto, hasta el 20%-. En cambio, entre aquellos desempleados que lo son según los criterios oficiales, indica el informe, las posibilidades de encontrar trabajo serían mayores.

De esta forma, el propio Banco de España, que ha pedido en varias ocasiones profundizar en la bajada de salarios e incluso suprimir el sueldo mínimo, reconoce que la precariedad de los nuevos contratos está sirviendo para disfrazar las cifras de paro. Cuanto menos, y teniendo en cuenta que Rajoy accedió a la Moncloa con un 24% de desempleo oficial, la lectura que hace el supervisor en este último informe pone en entredicho la recuperación del empleo en el Estado español.

Por último, el organismo de Linde señala que estas formas alternativas de medir el desempleo no pueden reemplazar a las habituales, que han sido construidas por instituciones internacionales “haciendo uso de los más estrictos controles de calidad estadística”.

trabajadores pobres La precariedad y los bajos salarios hacen que uno de cada cuatro jóvenes con trabajo sea pobre, según un informe del Consejo de la Juventud de España. En concreto, el 38,2% de las personas de entre 16 y 29 años se encuentran en riesgo de pobreza en el Estado español y sólo un 19,5% ha podido emanciparse.

Según el vicepresidente del Consejo de la Juventud, Víctor Reloba, España se sitúa “en el podio de la vergüenza, con el segundo puesto en desempleo juvenil de Europa”. Reloba señala que estos datos “muestran la dependencia que los jóvenes tienen del colchón familiar”.

“La juventud española tiene serias dificultades para poder desarrollar un proyecto de vida propio”, asegura Reloba, que destaca que la tasa de emancipación sigue bajando, con un descenso de más del 5% entre 2015 y 2016. Ocho de cada diez jóvenes siguen en casa de sus padres, el dato más bajo desde 2002.

Oficiales. El paro en España es del 18,75%, según el INE. En 2008 estaba por debajo del 10%, aunque en 2013 llegó a rozar el 27%.

Según el Banco de España. Si se incluye el efecto desánimo entre los parados la tasa sería del 20%; e incluyendo el empleo parcial forzoso, del 30%. En la crisis España ha sumado 450.000 trabajadores parciales y ha perdido 2,6 millones a jornada completa.

60%

Seis de cada diez trabajadores a jornada parcial son subempleados, es decir, desearían trabajar a jornada completa. El porcentaje se ha duplicado durante la crisis.