BILBAO - Los paros en el sector de la estiba están siendo secundados de forma mayoritaria por el colectivo de trabajadores -ayer solo algunas terminales de puertos como Barcelona, Ferrol y Cartagena, no siguieron la convocatoria- y están empezando a incidir de manera notable en los puertos, tanto vascos como del Estado español, con un mayor número de buques afectados, con el consiguiente perjuicio económico para las empresas del sector y la economía. Ayer, los estibadores de los puertos de Bilbao y Pasaia volvieron a respaldar la convocatoria de paro ante la falta de un acuerdo con la patronal del sector Anesco que garantice los actuales empleos en las operaciones de carga y descarga de barcos en los muelles de los diferentes puertos de interés general.

En el caso de los puertos vascos, fuentes de las Autoridades Portuarias reconocieron que un total de 15 barcos atracados en el Puerto de Bilbao y otros tres buques en el puerto de Pasaia se vieron afectados en su operativa por la huelga de estibadores, que realizaron paros en las horas impares.

En los muelles de Bilbao y Pasaia, tal y como ha sucedido desde que se inicio este conflicto laboral tras la liberalización del sector por parte del Gobierno español del PP a instancias de una sentencia judicial europea, los estibadores secundaron “al 100%” los paros, según fuentes sindicales.

La Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) comunicó ayer que en los muelles vizcainos había 19 barcos atracados de los cuales cuatro eran de graneles líquidos -que no dependen de la mano de obra de las sociedades de estiba-, por lo que operaron “con normalidad”.

Los 15 buques restantes sí se vieron afectados por el paro de los estibadores durante las horas impares en las cuales “no han realizado operación alguna”.

Por su parte, en el caso del puerto guipuzcoano de Pasaia, el presidente del comité de la estiba, Josean Izquierdo, señaló, según Efe, que los paros de los trabajadores encargados de realizar las operaciones de estiba y desestiba afectaron a tres buques fondeados, dos que cargaban productos siderúrgicos y otro que accedió a la citada dársena vasca para descargar graneles.

La huelga en los muelles está discurriendo “sin ningún tipo de incidentes” y con los trabajadores cumplienro los servicios mínimos fijados que afectan, entre otras, a mercancías perecederas y potencialmente peligrosas.

El conflicto de los estibadores empieza a tener visos de enquistarse a falta de un acuerdo entre los representantes de los trabajadores y la organización empresarial del sector, Anesco.

Por un lado, los estibadores aspiran a mantener sus puestos de trabajo, y para ello están dispuestos a hacer concesiones como rebajas del 10% en sus salarios, así como en la organización de trabajo para ayudar a ganar competitividad, pero el mantenimiento de los puestos de trabajo pasaría por la subrogación a las empresas privadas de estiba pero con un mecanismo que permita a los estibadores incidir en las futuras contrataciones.

Los responsables de Anesco se niegan en rotundo a este último punto por considerar que sería como dejar todo igual que hasta ahora y hay empresas que consideran que la liberalización del sector es una oportunidad de oro para quebrar la fuerza sindical y rebajar sustancialmente los costes laborales, sobre todo con vistas al medio plazo.

Pero mientras tanto la falta de acuerdo puede empezar a afectar a la economía en general por el importante papel de los puertos en las exportaciones e importaciones de mercancías.

De hecho, el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, aseguró que los paros pueden afectar al empleo porque “se están desviando movimientos de mercancías a otros puertos fuera del país”. De la Serna, una vez conseguido el apoyo político para convalidar el real decreto que liberalizaba la actividad de la estiba en el Estado español, se limita ahora a lanzar un “llamamiento al diálogo” a las partes, instando a empresas y sindicatos a que “busquen y encuentren lo antes posible un acuerdo”, tal y como hizo ayer en una visita a Valencia.

Según el titular de Fomento, “ya es una realidad” que “algunas compañías han anunciado que desvían de forma definitiva y permanente a puertos de otros países los tráficos de mercancías que hasta ahora realizaban a puertos españoles”.

En relación al impacto económico, el ministro afirmó que cada día de paro parcial representa una pérdida de 12 millones de euros, a los que se suma el coste de 110 millones estimado por la huelga de 48 horas que secundaron la pasada semana.

Costes. El ministro español de Fomento, Iñigo de la Serna, afirmó ayer en una visita a Valencia que cada día de paro parcial en los puertos del Estado español por la huelga del colectivo de estibadores supone una pérdida de unos 12 millones de euros, a los que se suma el coste del orden de los 110 millones de euros estimado por la huelga de 48 horas ininterrumpida que secundaron la pasada semana. Así, por el momento, la conflictividad en los puertos de interés general ha supuesto ya unos 146 millones de euros, además del desvío de 34 buques a otros puertos fuera de España.