vitoria - Aunque la mayoría de los ciudadanos vascos defienden el sistema público de pensiones y consideran que se mantendrá, sí interiorizan que en el futuro cobrarán menos y no dudan, al menos los que alcanzan un determinado nivel de renta, en ahorrar para su futuro de jubilados a través de las EPSV.
Pese a la congelación salarial de los últimos años, y las bajas retribuciones de la mayoría de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, el dinero invertido en fondos complementarios para la jubilación no cesa de crecer aunque el número de partícipes no sigue la misma tendencia.
En 2016, el dinero que los vascos tenían en las EPSV superó por primera vez la barrera de los 24.000 millones de euros, la cifra más alta de la historia pero aunque las citadas entidades de previsión social crecen en patrimonio no lo hacen en el número de socios. Un hecho que la Federación vasca de EPSV achaca al parón del de empleo por la paralización de la negociación colectiva en Euskadi.
Las entidades de previsión social voluntaria de la CAV cerraron el año pasado gestionando 24.167 millones. Esta cifra representa un notable aumento del 5,9%, y coloca los recursos totales en estos planes de pensiones a un nivel equivalente al 33,7% del PIB vasco, la cifra más alta del Estado español, muy por encima de la media española de sólo el 9,6% pero todavía lejos del promedio de los países desarrollados de la OCDE que es de nada menos que un 82,4%. Durante el pasado ejercicio, la rentabilidad media de las EPSV fue del 3%, según los responsables de la federación vasca de entidades de previsión social, aunque estos datos de rentabilidad hay que verlos con una perspectiva de largo plazo dado que el objetivo del ahorro tiene ese horizonte. - X. A.