bilbao - La absorción del Banco Popular por el Santander generará una estructura en la CAV que contará con más de 1.000 trabajadores, de los que 322 corresponden al actual Popular, según CCOO-Euskadi. La entidad intervenida ya realizó un importante ajuste de plantilla en enero en todo el Estado, pero se desconoce si la entrada del Santander generará riesgo para los empleados que permanecen en plantilla.

Ayer la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, aseguró que los puestos de trabajo serán asumidos en su totalidad y por tanto no corren peligro, pero aun así el sindicato CCOO, mayoritario en ambos bancos, ha pedido una reunión a la dirección para conocer cómo va a afectar la operación a la plantilla.

El ERE aplicado en enero deja en una situación “más aliviada” al banco, según este sindicato, que considera que la compra por el Santander es positiva y resta “incertidumbres” al futuro del Popular. En todo caso, “aun no hay nada claro” sobre lo que quieren hacer con la plantilla, remarca Rakel Díaz, de CCOO-Euskadi, ya que esta no es una compra al uso y está condicionada por las directrices marcadas a nivel europeo.

El Popular tiene en Euskadi 59 oficinas, que con las 134 del Santander haría rozar las 200. Sin duda los ajustes y el cierre de oficinas realizado en enero han facilitado la adquisición por parte del Santander. - A. Legasa