vitoria - La mala fortuna quiso que en un mismo día perdieran la vida dos trabajadores en dos puntos distintos de la geografía vasca. El doble siniestro de ayer recordó mucho al episodio vivido en Euskadi entre el final del pasado mes de octubre y el inicio de noviembre, cuando en apenas cuatro semanas perdieron la vida seis trabajadores en empresas vascas. Al margen de las coincidencias temporales, las estadísticas dicen que la siniestralidad laboral está volviendo a crecer en Euskadi a medida que la economía se recupera y más trabajadores se incorporan al mercado de trabajo.
El repunte comenzó ya en 2015, precisamente en el momento en el que la economía consolidaba su crecimiento. Aquel año el incremento de los accidentes fue del 7%, si bien el número de siniestros mortales se mantuvo en los niveles del año anterior. En 2016 se repitió el incremento, en este caso del 4,6%, al contabilizar Osalan más de 33.000 accidentes en empresas vascas. El año pasado, además, se produjo un aumento claro de los accidentes mortales, que se elevaron hasta los 40.
En lo que va de año se mantiene esta tendencia al alza, con un incremento del 3,5% en el número de accidentes hasta abril. En el caso de los accidentes mortales, hasta abril se había registrado uno más que en 2016 y, hasta mayo, dos más.
Existen lecturas dispares en torno a la evolución de los accidentes de trabajo, tanto cuando bajan como cuando suben. En los años de descensos los sindicatos achacaban la bajada de la siniestralidad a la crisis económica mientras desde las instituciones se ponía en valor también el trabajo de Osalan y de la Inspección. Ahora que los accidentes repuntan, los sindicatos cargan contra empresas e instituciones dedicadas a la prevención y sitúan la precariedad laboral y la subcontratación como foco principal de origen de los accidentes.
Siempre es difícil cuantificar hasta qué punto la siniestralidad sube más o menos que la actividad económica, si bien Osalan suele hacer público el llamado índice de incidencia, que contabiliza el número de accidentes que suceden en un periodo de tiempo determinado por cada mil trabajadores. Ese índice era del 12,83 entre enero y abril de este año, mientras que en el mismo periodo del año anterior era del 12,67. Por tanto, sí se ha producido un aumento real de la incidencia de los accidentes dejando al margen el aumento de las personas que trabajan, si bien se puede decir que el incremento es relativamente pequeño.
El índice de incidencia es de poco más de 9 en los servicios, mientras en la industria y sector primario se eleva por encima de 22 accidentes por cada mil trabajadores. La construcción sigue siendo el sector más peligroso con una incidencia hasta abril de casi 28. - DNA