Vitoria - La totalidad del sector siderúrgico vasco (Tubacex, Tubos Reunidos, Sidenor, Nervacero, Arcelor y Olarra) se ha sumado a la petición de todos los fabricantes de acero europeo a los jefes de estado y de gobierno de los países de Europa para que a la hora de redactar la próxima directiva sobre reducción de emisiones de CO2 tengan en cuenta las posibilidades económicas de las empresas del continente ante la previsión de que las exigencias medioambientales se eleven de una manera tan desproporcionada que la industria siderúrgica de Europa no pueda competir con la que fabrica acero, por ejemplo en Asia, con inferiores estándares medioambientales y laborales. Ello podría provocar la paradoja de que se produjesen cierres en Europa, con la industria más sostenible del mundo en el sector, y siguiesen en el mercado productos elaborados fuera de la UE con mucha mayor contaminación.
El presidente de la patronal siderúrgica española Unesid, Carlos Urquijo, y los máximos responsables de Tubos Reunidos (Guillermo Ulacia) Tubacex (Jesús Esmoris), Sidenor (Jose Antonio Jainaga), Olarra (Carlos Alvarez) y Nervacero-Celsa (Francesc Rubiralta) forman parte de los 76 presidentes y consejeros delegados de la industria europea del acero que han enviado la carta a los jefes de estado y de gobierno de la UE en la que recuerdan el “esfuerzo” del sector en la reducción de emisiones de CO2 y reclaman que la próxima directiva para la reforma del sistema de comercio de emisiones de la UE (EU-ETS) sea económicamente sostenible para las empresas del continente.
Los directivos se muestran partidarios de “moldear un EU-ETS que aborde mejor” los objetivos de reducción de emisiones de CO2, “a la par que permita preservar la industria del acero en Europa y los millones de trabajadores que sustenta”. Según los directivos de la industria siderúrgica, los responsables políticos “pueden evitar sobrecargar el sector con altos costes que oprimirán la inversión, que aumentarán el riesgo de pérdidas de empleos y cierres de planta en la UE”. La industria europea reitera en la carta que “el sector siderúrgico ya realiza un gran esfuerzo en la disminución de las emisiones de CO2”.
Para los líderes de la industria, las referencias de eficiencia para CO2 (benchmarks) para la producción de acero son “técnicamente imposibles de alcanzar”, motivo por el que “la legislación de EU-ETS genera altos costes de carbono incluso para las mejores siderúrgicas de Europa.
La concepción actual de la EU-ETS, según los ejecutivos vascos y europeos de las acerías continentales firmantes de la carta, favorece “claramente las importaciones de acero competidoras de terceros países que no tienen esos costes” y que, sin embargo, “tienen una huella de carbono en la producción mucho mayor que el acero producido en el seno de la Unión Europea”.