BILBAO - “La industria 4.0 hace que los bajos costes de mano de obra dejen de ser una ventaja competitiva fundamental. La ventaja dependerá de las infraestructuras, de los costes de energía y, sobre todo, de las personas y de su capacidad de trabajar en equipo y asumir riesgos”, afirmó el presidente del Grupo Mondragon, Iñigo Ucín, que indicó que “la industria 4.0 y la digitalización es un sí o sí, y el que no esté ahí no va a estar” en el futuro. El máximo responsable del grupo cooperativo vasco señaló que los cambios en la industria no son una novedad “siempre ha habido, el problema ahora es la velocidad del cambio, cada vez más acelerado”. Y esto, indicó, va a ser “un peligro para las personas y las empresas”.
Ucín tomó parte en una interesante jornada organizada por la empresa de consultoría vasca LKS en la que bajo el lema Kaixo Future se reunió en torno a un mesa en el Palacio Euskalduna de Bilbao a dirigentes de grandes compañías y a jóvenes millennials procedentes de las tres universidades de la CAV -Deusto, UPV-EHU y Mondragon- para conversar sobre las tecnologías que cambiarán el mundo.
En la misma participaron representantes empresariales como el citado presidente de Mondragón, Iñigo Ucín; el director general de Mercedes Benz España, Emilio Titos; el director general de Factoría Digital de Siemens España, Pascual Dedios; la directora de innovación de IBM España, Elisa Martin y el vicpresidente de Samsung España, Celestino García, así como la directora general de LKS, Elena Zarraga.
La representante de LKS recordó que “la industria 4.0 no es una moda, viene para ser fundamental en el futuro” pero dejó claro que las nuevas tecnologías “no pueden sustituir a las personas”.
En este sentido, Ucín puso los pies en el suelo al recordar el pequeño tamaño de la industria vasca por lo que abogó por “aumentar la colaboración entre las empresas vascas para poder afrontar la globalización”. El presidente del Grupo Mondragon señaló que las posibilidades que aporta la digitalización “están reduciendo los puestos de trabajo, pero puestos, la mayoría de ellos, de poco valor añadido, fatigosos, duros y monótonos”, mientras que, por otro lado, “se generan otros empleos más creativos y tecnológicos que exigen otro tipo de personal”.
En esto coincidió con los representanets de Siemens e IBM. Por ello, cree necesario “dirigir a las generaciones más jóvenes en edad de estudiar hacia dónde van a tener posibilidades”, así como asumir que “la gente se tiene que formar y reconvertir continuamente”.
El talento y, sobre todo, la capacidad de adaptarse y formarse continuamente es una cualidad fundamental para el futuro que viene y que, como recordó Pascual Dedios, de Siemens, “no podemos predecirlo pero sí inventarlo”, en referencia a una frase del fundador de la compañía alemana. Estudiantes universitarios como David García, Unai Izaguirre, María Aldama y Xabier Jimenez, pidieron una oportunidad para demostrar lo que valen los jóvenes a unas organizaciones que ven todavía muy piramidales aunque todos los dirigentes empresariales señalaron que eso estaba cambiando hacia un sistema más democrático y horizontal.
La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, clausuró la jornada señalando que la tecnología no lo es todo y “no es suficiente” si en la industria vasca “no tenemos un modelo de gestión y de trabajo adecuado al siglo XXI”.
Tapia defendió un futuro positivo para Euskadi en base a “creer en uno mismo y tener confianza porque tenemos capacidades para ello”.