BILBAO - La compra de Telecable por Euskaltel y la concentración en manos vascas de las dos citadas compañías junto con la gallega R para crear un grupo que factura 711 millones de euros, genera un Ebitda de 346 millones y emplea a 728 personas de forma directa, es un paso más en el proceso de consolidación del sector de telecomunicaciones en el Estado español que, según los analistas, tiene sitio para cuatro operadores: los gigantes, Telefónica, Vodafone y Orange, y un cuarto por el que pugnan dos compañías con sede en Euskadi, Euskaltel y Másmovil.

Esta última compañía se ha situado en ese hipotético cuarto puesto gracias a las adquisiciones, entre otras, de Pepephone y Yoigo, en especial de esta última, en una operación en la que la compañía donostiarra se adelantó por la mano a Zegona, el dueño de Telecable.

El consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, afirmó ayer que no cree que la compra de Telecable por Euskaltel suponga el fin de la consolidación del sector de las telecomunicaciones en España, ya que habrá actores que siempre vean la oportunidad de realizar alguna operación.

Aunque el presidente de Euskaltel, Alberto García Erauzkin, afirmó ayer que tras el acuerdo alcanzado con Zegona para la adquisición del 100% de Telecable su objetivo es mirar “hacia dentro” y trabajar en su “crecimiento orgánico”, de manera que “la principal prioridad de crecimiento es Euskaltel”, su nuevo accionista Zegona, además de comunicar a sus socios que ha obtenido unas plusvalías del 42% con la operación Telecable, no deja lugar a dudas de que su vocación es la de entrar en otra operación de calado que le augure futuras ganancias.

Zegona se ha comprometido a mantener sus acciones en Euskaltel durante dos años, con la posibilidad de vender por tercios, a los 12, 18 y 24 meses. Pero dicho esto entrará en un nuevo comité de estrategia de Euskaltel formado por los tres primeros accionistas, -Kutxabank, con el 21,3%, Zegona, 15% y Corporación Alba, 9,35%-, y cuatro consejeros independientes, el consejo de amplía en dos puestos, con el objetivo de maximizar el valor del operador vasco. - X. A.