Donostia - La próxima secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, quien tomará a finales de mes las riendas del segundo sindicato con más representación en Euskadi, apuesta por avanzar en la alianza con ELA convencida del “enorme potencial” que la unidad de acción tiene en el ámbito político, social y sindical. Garbiñe Aranburu repasó en una entrevista con Efe, los principales retos que asumirá tras el IX Congreso de LAB, que se celebrará los días 25 y 26 de mayo en Gasteiz.

Aranburu asegura que afronta con “ilusión” la responsabilidad de convertirse en la nueva líder de LAB y afirma que el reto será “luchar por un nuevo modelo económico y social”. Para ello, cree “imprescindible tener estructuras propias de Estado, tener un Estado propio” al que se “llegará”, dice, a través de un “proceso soberanista”. Por este motivo, entiende que la alianza con ELA se dibuja fundamental tanto a nivel político como en las luchas sociales y sindicales en las que apuesta por “profundizar en la conflictividad”. “LAB ha hecho todo un proceso de repensar el sindicalismo pero nosotros, como LAB, no tenemos fuerza suficiente para hacer frente a la patronal”, explica Aranburu.

Por el contrario, la próxima secretaria general de LAB no ve posibilidad de acuerdo con CCOO y UGT a los que acusa de ser “un instrumento en manos de la patronal” y de haber “renunciado a la conflictividad”. “Llevamos modelos sindicales totalmente diferentes lo que hace incompatible en estos momentos llegar a ningún tipo de consenso o alianza con CCOO y UGT”, recalca.

Respecto a Confebask, Garbiñe Aranburu reconoce que las relaciones “no son nada buenas” y reprocha a la patronal vasca que “se aproveche de una representatividad que no ha sido medida” y de “una legitimidad” que le dan las instituciones y, “principalmente”, el Gobierno de Iñigo Urkullu. “Parece que al PNV le molesta mucho que los sindicatos cuestionemos las políticas públicas” pero no ocurre lo mismo con Confebask, que cuando se “habla” de reforma fiscal o de políticas económicas “sale” al día siguiente para “acotar el debate”, denuncia. - Efe